Durante estos meses ha acontecido de todo. Te das cuenta de que vives momentos únicos e irrepetibles. Y cuando menos te lo esperabas, te sobresalta la noticia de los atentados de Bruselas, y en su día París, Madrid. Fechas que te marcaron y marcan para siempre. Por capricho de la vida en unos segundos muchas vidas fueron truncadas, y otras tantas salvadas por quedarse dormidos esa mañana al sonar el despertador, por perder ese vuelo, tren? En ese instante te das cuenta de que eres una marioneta al antojo de unos cuantos que quieren hacer daño atemorizando y creando sufrimiento. Lo que ha estallado te hace reflexionar y apreciar las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Y dar gracias por vivir un poco más, soñar una pizca más? porque otros hoy reposan eternamente. Por cada uno de ellos merece la pena continuar caminando, seguir sin cobardía. Abrazar la vida con ímpetu, como cuando eras pequeñuelo y te aferrabas a la mano de tus padres y los cautivaste para siempre con ese gesto de ternura. Con lo sucedido uno ya no sabe qué cavilar, el horror te inmoviliza. Pero entonces triunfan ellos, porque te atemorizan. Solo puedo pensar que esto haga que nos demos cuenta, de que no aguardara esa la última vez, antes de partir por la puerta para abrazarlo/a, para dar un beso, no esperes demasiado... Cierto es que el mañana no está asegurado a nadie, seas joven o anciano. Por eso, no aguardes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, ciertamente lamentarás el día que no tomaste ese ratito para un abrazo, beso, sonrisa, esa llamada, café o ese te quiero por estar muy ocupado/a. Cierto es que corren tiempos difíciles en política, economía, a nivel laboral? Pero nadie dijo que la vida fuera fácil, así que debes aprender a disfrutarla y agarrarla con las dos manos. Y no asustarte porque la tormenta te agite una vez más. Como bien dice esa canción: "No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero... mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas...".
