Sentir melancolía pensando en cuanto te vamos a echar de menos, porque hemos pasado tantas cosas durante estos 365 días. Pero ahora toca afrontar tu marcha con ilusión. Cierto es que trabajamos juntos durante estos meses y a veces apresuramos en los malos tiempos. Pero hoy te marchas, porque un nuevo año comienza. Hoy despedimos un año más, pero marcado por muchos acontecimientos como los atentados de Francia, las elecciones de España a las puertas de las Navidades, la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro del Vaticano?

Pero hoy te pregunto a ti, si tú: ¿puedes hacer un balance de tu año? Deduzco que hubo de todo: cansancio, alegrías, penas de amor, acontecimientos que acrecentaron tu fe y otros tantos en los que te ha costado mantenerla. Pero en el fondo tú debes ser optimista, no flaquees, no te marchites. Y no olvides que para este nuevo año eres tan valioso y capaz de alcanzar el cielo si te lo propones.

Y si es el caso que comienzas el 2016 con un amor, cuídalo, si de verdad lo hallaste,agárralo bien fuerte. Y dile te quiero, aunque parezca excesivo. Si es que estás solo puede que en el reciente año te encuentres con un amor o sigas tu camino sin un amor.

Es verdad que el viejo año expira, pero no olvides que el nuevo año dependerá fundamentalmente de ti, y de las frases con que sustentes tus sueños a lo largo de los próximos doce meses. Puede ser que estés decidida/o a dejar de fumar, perder peso, cambiar de trabajo, disfrutar de unas vacaciones..., infinidad de propósitos.

Ya no queda nada, solo horas, minutos? Y te pido que hagas un parón y reflexiones sobre este año que expirará con el último gong de las campanadas.

Como colofón, solo puedo decir que espero que sepas ver las oportunidades que te brinda cada instante la vida, que no renuncies a lo que llega y te mereces, aunque te sorprenda o te asuste en un primer momento. Y que cada momento sea algo para guardar en tu corazón para siempre.