El discurso del Rey ante el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, no ha mirado solo al pasado, se ha centrado en el futuro más inmediato. Europa debe saber que en España se da una firme y sincera voluntad de entendimiento.

Como muy bien ha recordado Felipe VI, la Constitución de 1978 es gran pacto que protege a los pueblos de España en el ejercicio de sus diversas culturas y tradiciones, lenguas e instituciones. El proyecto de una gran nación como España no se conseguirá sin la fórmula "de sumar y no restar, de aunar y no dividir, de saber compartir y ser solidarios". España apuesta por Europa, de la misma forma que Europa debe apostar por España.