Otra de las cuestiones que aborda el Papa Francisco, en la amplia conversación con el periodista Henrique Cymerman y que publicaba el diario La Vanguardia, es el diálogo interreligioso: tras su visita a Tierra Santa, Francisco ve la necesidad de ahondar en la raíz judía del cristianismo y en el florecimiento cristiano del judaísmo. El Papa reconoce que se identifica con la figura de un párroco, en la medida en que servir a la gente le sale de dentro, pero asume sin fisuras su ministerio como sucesor de Pedro. Afirma la necesidad de ir a las raíces de la fe, porque solo desde esa identidad se pueden acometer los cambios necesarios. Tampoco esquiva la pregunta referida al proceso secesionista en Cataluña. Al Papa le preocupa toda forma de división, y afirma que la secesión sin un antecedente de unidad forzosa hay que tomarla con pinzas. Significativa su referencia al magisterio de Benedicto XVI sobre la fe y la ciencia, y el reconocimiento de que su gesto de renuncia ha abierto una puerta en la historia. Significativa su referencia al magisterio de Benedicto XVI sobre la fe y la ciencia, y el reconocimiento de que su gesto de renuncia ha abierto una puerta en la historia.