Después de anunciar en Faro de Vigo los tratamientos que iban a llevar a cabo desde Parques e Xardíns contra la plaga de procesionaria en el Parque de O Castro, observo con desilusión que solo sirvieron para lavar al cara y justificarse ante los ciudadanos, ya que todo el pinar que se ve desde la calle Marqués de Alcedo y desde Álvarez Blázquez siguen llenos de bolsones de procesionaria. Esta última zona es precisamente la más frecuentada por perros, que sufrirán los graves problemas de salud que el contacto con estos insectos entraña.

Todo esto sumado a las incomodidades que suponen los cortes de tráfico para finalmente dejar el trabajo a medias. Un sinsentido más del Concello sufrido por los ciudadanos.