Hace cerca de un mes que el Gobierno de la Nación publicó una serie de normas encaminadas, según nos dicen, a tratar de paliar los efectos de la crisis que estamos sufriendo en nuestro

país.

Analizadas dichas medidas, nos encontramos con una serie de realidades que difieren bastante de lo que nos han contado a través de los medios de comunicación. Me refiero primero, a la deducción de los cuatrocientos euros; esta deducción es de todo punto injusta ya que afecta a todos por igual y existe un porcentaje elevado de la población (los que menos ingresos reciben) que no podrán beneficiarse de la misma. Segundo, la desaparición del Impuesto sobre el Patrimonio a partir del 1 de enero de 2008, es otra medida, a mi juicio, poco afortunada ya que otra vez beneficia a los "ricos" ya que para tener obligación de liquidar por este impuesto es necesario cumplir el requisito de "rico" antes mencionado.

Como es conocido de todos, los conceptos por lo que uno puede deducir cantidades en la Declaración de la Renta son muy reducidos y entre ellos se encuentra la deducción por adquisición de la vivienda habitual. Pues bien, para la declaración correspondiente al ejercicio de 2007 han modificado esta deducción rebajándola con respecto a ejercicios anteriores si bien han arbitrado un sistema de compensación para viviendas adquiridas antes del 20 de enero de 2006 con financiación ajena; esta compensación supone un ahorro fiscal de unos cuatrocientos cincuenta euros de media, pero todos los que han adquirido su vivienda posteriormente a la fecha indicada se quedan sin poder deducir tal cantidad; eso es simple y llanamente una subida de impuestos.

Dicho esto me pregunto:

¿Dónde están las ayudas reales para paliar los efectos de la crisis?

¿Dónde está la oposición política que no denuncia estas situaciones?

Una vez más favorecen a los de siempre.