La ANPA del colegio de Carril está satisfecha con la decisión de la Xunta de acometer de forma inmediata la sustitución de las viejas canalizaciones (son de plomo y tienen 47 años), aunque reclama la adopción de medidas mientras no se ejecuta la obra, más allá de seguir proporcionando a los escolares agua embotellada. "Los niños tienen orden de no beber, pero son niños y siguen bebiendo del grifo, por lo que se debería cerrar el agua de los lavabos. La dirección del centro ya nos dijo que si no tienen orden de arriba que no pueden hacer nada", expresa la presidenta de la ANPA, Verónica Maneiro.

En cuanto a esta petición, el edil de Obras, Lino Mouriño, precisa que "necesitamos tener agua corriente para otros servicios, como para los inodoros o para la limpieza", por lo que concluyó que "va a ser peor tener cortada el agua porque generaría más problemas". "En general, a los niños a partir de una cierta edad si se les dan unas indicaciones mínimas ya no creo que vayan a beber al grifo", reflexiona el concejal.

Resaltó que el Ayuntamiento de Vilagarcía seguirá enviando agua embotellada al colegio carrilexo "hasta que haga falta" y que el Concello "estará ahí" a la hora de renovar las obsoletas tuberías por parte de Educación.