El virus "WannaCry" encendió el viernes pasado las alarmas tras infectar más de 200.000 ordenadores de unos 150 países. El ataque afectó a las redes de grandes empresas, como Telefónica en España, así como al sistema sanitario de Gran Bretaña, y fue considerado como el primer ciberataque masivo mundial.

Desde entonces, las compañías están haciendo grandes esfuerzos para blindar sus equipos informáticos contra esta nueva amenaza, que puede traducirse en la pérdida de información sensible o valiosa desde el punto de vista comercial.

Una de las recomendaciones que se suelen hacer en estos casos es la de tener mucho cuidado con los correos electrónicos de personas desconocidas, o con extensiones extrañas. Esos correos pueden ser el vehículo transmisor del virus, y la infección puede afectar a toda la red de equipos de una compañía.

De ahí que la precaución sea especialmente necesaria en estos casos, dado que la incidencia no solo afectaría a un equipo individual, sino al de toda la red. Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil cuentan con equipos específicos en ciberdelincuencia.