Suecia celebra hoy las elecciones generales más reñidas de los últimos tiempos, sin favorito claro por la igualdad entre el bloque gobernante y la Alianza de centroderecha, con la amenaza del ultraderechista Demócratas de Suecia (SD), que aspira a ser una fuerza decisiva.

Los colegios electorales abrieron a las 08.00 hora local (06.00 GMT) y, hasta las 20.00 horas (18.00 GMT), los 7,5 millones de suecos con derecho a voto podrán designar a los 349 integrantes del Riksdagen, Parlamento unicameral.

Un sondeo difundido hoy por el instituto de opinión Skop traza un panorama similar al de la mayoría de encuestas aparecidas la última semana: ligera ventaja del centroizquierda frente a la Alianza, los socialdemócratas en cabeza y el SD y el Partido Conservador luchando por la segunda plaza.

Pero la dificultad para predecir la magnitud de la subida del SD, al que algunos estudios demoscópicos anteriores sitúan incluso en cabeza, complica más aún el pronóstico.

"Las elecciones son un referendo sobre el bienestar y sobre la decencia", declaró hoy el primer ministro sueco, el socialdemócrata Stefan Löfven, tras votar en Estocolmo.

Los socialdemócratas -la fuerza que ha dominado la política sueca el último siglo, pero que parece abocada al peor resultado de su historia- son la única "garantía" para evitar que tenga influencia el SD, un partido "de extrema derecha y racista", dijo Löfven, que siguió haciendo campaña después en la periferia de Estocolmo.

Löfven aludía al cambio de estrategia de la Alianza, que, de ceder el poder hace cuatro años al bloque minoritario con más votos para aislar a la ultraderecha, habla ahora de gobernar, aunque tenga menor respaldo que el centroizquierda, dando por hecho que el SD se abstendrá o le apoyará en una hipotética votación en el Parlamento.

"Mi único objetivo es formar un gobierno de la Alianza", indicó hoy el líder conservador y principal candidato a primer ministro, Ulf Kristersson, en una entrevista en la televisión pública SVT, después de haber votado en Strängnäs, al oeste de Estocolmo.

Al igual que ha hecho en los últimos días, Kristersson no quiso especular ni con el apoyo a su partido, que podría obtener el peor resultado desde 2002, ni con la postura del SD, con el que no quiere negociar, pero cuyos votos necesita.

El dirigente del SD, Jimmie Åkesson, atacó en declaraciones a los medios, tras votar en Estocolmo, al Gobierno de Löfven por dar prioridad a la inmigracióny se mostró convencido de que su partido obtendrá un buen resultado.

Åkesson se negó a contestar a las preguntas de SVT, después de que la dirección del SD haya decidido boicotear a este canal, incluida la tradicional mesa redonda con todos los líderes políticos de hoy, por una polémica en un debate hace dos días en esta cadena.

Unas declaraciones de Åkesson aludiendo a que los inmigrantes no encuentran trabajo porque no son suecos y no encajan, provocó que la responsable del programa reprobara al cierre del debate al líder del SD, amparándose en el estatuto de medios públicos, que prohíbe expresiones antidemocráticas que señalen a grupos de población.

SVT mantuvo su decisión tras una reunión con el SD y se negó a pedir disculpas, lo que provocó una denuncia a la Comisión de investigación para radio y televisión y el boicot de Åkesson.

La jefa de cobertura electoral de SVT, Eva Landahl, ha sido apartada del puesto al revelarse que en su cuenta de la red social Twitter le dio "me gusta" a dos artículos críticos con el SD en 2014 y 2017.