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José Lores
Ver galería >Miles de personas llenan los hoteles por las luces. Invasión de turistas portugueses en la Navidad. Colapso de tráfico en el centro para ver el alumbrado. Calles abarrotadas por la campaña navideña... Durante casi dos meses, la multitud ha predominado en Vigo. Cientos de miles de personas han visto y todavía podrán ver hasta el domingo 14 de enero —cuando se apaga la Navidad olívica— una ciudad brillante y abarrotada. Pero aunque puede parecer imposible, la Navidad de Vigo, por momentos, también brilla en silencio. Sola. Vacía. Como si la población volviera de nuevo a estar confinada. Ver las luces sin nadie en la calle, sin colas de turistas para sacarse una foto o sin vehículos circulando puede parecer algo inalcanzable. Lo cierto es que los adornos navideños también brillan en solitario, como ha conseguido captar el fotógrafo de FARO DE VIGO, José Lores, en un paseo de madrugada por los adornos más emblemáticos.
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Miles de personas llenan los hoteles por las luces. Invasión de turistas portugueses en la Navidad. Colapso de tráfico en el centro para ver el alumbrado. Calles abarrotadas por la campaña navideña... Durante casi dos meses, la multitud ha predominado en Vigo. Cientos de miles de personas han visto y todavía podrán ver hasta el domingo 14 de enero —cuando se apaga la Navidad olívica— una ciudad brillante y abarrotada. Pero aunque puede parecer imposible, la Navidad de Vigo, por momentos, también brilla en silencio. Sola. Vacía. Como si la población volviera de nuevo a estar confinada. Ver las luces sin nadie en la calle, sin colas de turistas para sacarse una foto o sin vehículos circulando puede parecer algo inalcanzable. Lo cierto es que los adornos navideños también brillan en solitario, como ha conseguido captar el fotógrafo de FARO DE VIGO, José Lores, en un paseo de madrugada por los adornos más emblemáticos.
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Miles de personas llenan los hoteles por las luces. Invasión de turistas portugueses en la Navidad. Colapso de tráfico en el centro para ver el alumbrado. Calles abarrotadas por la campaña navideña... Durante casi dos meses, la multitud ha predominado en Vigo. Cientos de miles de personas han visto y todavía podrán ver hasta el domingo 14 de enero —cuando se apaga la Navidad olívica— una ciudad brillante y abarrotada. Pero aunque puede parecer imposible, la Navidad de Vigo, por momentos, también brilla en silencio. Sola. Vacía. Como si la población volviera de nuevo a estar confinada. Ver las luces sin nadie en la calle, sin colas de turistas para sacarse una foto o sin vehículos circulando puede parecer algo inalcanzable. Lo cierto es que los adornos navideños también brillan en solitario, como ha conseguido captar el fotógrafo de FARO DE VIGO, José Lores, en un paseo de madrugada por los adornos más emblemáticos.
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Miles de personas llenan los hoteles por las luces. Invasión de turistas portugueses en la Navidad. Colapso de tráfico en el centro para ver el alumbrado. Calles abarrotadas por la campaña navideña... Durante casi dos meses, la multitud ha predominado en Vigo. Cientos de miles de personas han visto y todavía podrán ver hasta el domingo 14 de enero —cuando se apaga la Navidad olívica— una ciudad brillante y abarrotada. Pero aunque puede parecer imposible, la Navidad de Vigo, por momentos, también brilla en silencio. Sola. Vacía. Como si la población volviera de nuevo a estar confinada. Ver las luces sin nadie en la calle, sin colas de turistas para sacarse una foto o sin vehículos circulando puede parecer algo inalcanzable. Lo cierto es que los adornos navideños también brillan en solitario, como ha conseguido captar el fotógrafo de FARO DE VIGO, José Lores, en un paseo de madrugada por los adornos más emblemáticos.
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Miles de personas llenan los hoteles por las luces. Invasión de turistas portugueses en la Navidad. Colapso de tráfico en el centro para ver el alumbrado. Calles abarrotadas por la campaña navideña... Durante casi dos meses, la multitud ha predominado en Vigo. Cientos de miles de personas han visto y todavía podrán ver hasta el domingo 14 de enero —cuando se apaga la Navidad olívica— una ciudad brillante y abarrotada. Pero aunque puede parecer imposible, la Navidad de Vigo, por momentos, también brilla en silencio. Sola. Vacía. Como si la población volviera de nuevo a estar confinada. Ver las luces sin nadie en la calle, sin colas de turistas para sacarse una foto o sin vehículos circulando puede parecer algo inalcanzable. Lo cierto es que los adornos navideños también brillan en solitario, como ha conseguido captar el fotógrafo de FARO DE VIGO, José Lores, en un paseo de madrugada por los adornos más emblemáticos.
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Miles de personas llenan los hoteles por las luces. Invasión de turistas portugueses en la Navidad. Colapso de tráfico en el centro para ver el alumbrado. Calles abarrotadas por la campaña navideña... Durante casi dos meses, la multitud ha predominado en Vigo. Cientos de miles de personas han visto y todavía podrán ver hasta el domingo 14 de enero —cuando se apaga la Navidad olívica— una ciudad brillante y abarrotada. Pero aunque puede parecer imposible, la Navidad de Vigo, por momentos, también brilla en silencio. Sola. Vacía. Como si la población volviera de nuevo a estar confinada. Ver las luces sin nadie en la calle, sin colas de turistas para sacarse una foto o sin vehículos circulando puede parecer algo inalcanzable. Lo cierto es que los adornos navideños también brillan en solitario, como ha conseguido captar el fotógrafo de FARO DE VIGO, José Lores, en un paseo de madrugada por los adornos más emblemáticos.
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Miles de personas llenan los hoteles por las luces. Invasión de turistas portugueses en la Navidad. Colapso de tráfico en el centro para ver el alumbrado. Calles abarrotadas por la campaña navideña... Durante casi dos meses, la multitud ha predominado en Vigo. Cientos de miles de personas han visto y todavía podrán ver hasta el domingo 14 de enero —cuando se apaga la Navidad olívica— una ciudad brillante y abarrotada. Pero aunque puede parecer imposible, la Navidad de Vigo, por momentos, también brilla en silencio. Sola. Vacía. Como si la población volviera de nuevo a estar confinada. Ver las luces sin nadie en la calle, sin colas de turistas para sacarse una foto o sin vehículos circulando puede parecer algo inalcanzable. Lo cierto es que los adornos navideños también brillan en solitario, como ha conseguido captar el fotógrafo de FARO DE VIGO, José Lores, en un paseo de madrugada por los adornos más emblemáticos.
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