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Catedral bajo tierra

A la cueva El Soplao, en el municipio cántabro de Rionansa, le llaman la Capilla Sixtina de la geología por las caprichosas formas de sus muchas galerías

/ aytorionansa.com

Está considerada uno de los grandes tesoros de la geología mundial. Abierta al público desde 2005, la cueva El Soplao, entre los municipios cántabros de Herrerías, Valdáliga y Rionansa -perteneciente a este último, cerca del núcleo de Celis- es todo un paraíso subterráneo por sus impresionantes formaciones. El entorno también constituye un enclave con magníficas vistas sobre la Sierra de Peñasagra, los Picos de Europa, el Valle de Nansa y el Mar Cantábrico.

En su interior se descubren superficies tapizadas de aragonitos, falsos techos, estalactitas y estalagmitas y muchas otras formaciones naturales que hacen del recinto un lugar único. La cueva debe su descubrimiento al Grupo Minero de La Florida, que dio con ella en 1908. El "soplao" es un término minero alusivo al aire que se percibe al calar una galería desde otra con menos oxígeno, de ahí el nombre que lleva la cavidad.

Además de su valor geológico, la gruta y su entorno albergan un interesante patrimonio de arqueología industrial bajo tierra con más de 20 kilómetros de galerías. La actividad minera también fue dejando su huella en el espacio exterior con castilletes, hornos de calcinación, lavaderos, talleres? El recorrido turístico comienza precisamente en un tren minero que tras un trayecto de 400 metros coloca al viajero en la puerta de la cueva.

Ya en el subsuelo, se recorren 60 metros por una antigua galería y se pueden observar todo tipo de objetos relacionados con la minería. Después el trayecto continúa a pie por antiguas salas que desembocan en las galerías La Gorda, Los Fantasmas, Mirador de Lacuerre, Centinelas y Ópera. Es un recorrido que aúna el interés por la historia y la recreación de la arqueología minera con el descubrimiento de fascinantes formaciones geológicas.

Para los más intrépidos existe la visita Turismo-Aventura, tres kilómetros por zonas vírgenes que descubren galerías como El Bosque o La Sirena. Es una modalidad de visita a la cavidad en su estado natural, con el material necesario para desarrollar esta actividad.

Toda la comarca cuenta con una de las mayores redes subterráneas de Europa y El Soplao es sin duda la más impresionante. Existen otras cavidades para ver, como la de los Tocinos, en Ampuero, con pinturas rupestres, al igual que la cueva de Covalana, en Ramales de la Victoria. A ocho kilómetros de Puentenansa existen una decena de cuevas con restos arqueológicos de diverso interés, como la del Moro Chufín, que forma parte desde 2008 del conjunto protegido por la Unesco.

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