Tengo que reconocer que con el paso de los años los Call of Duty se han ido desinflando entre mis preferencias. No sé si será la edad -la mía- o la propia evolución -la de la saga-, pero lo cierto es que los últimos CoD han pasado sin pena ni gloria por mis consolas.
Pese a ello, las buenas -aunque breves- campañas de anteriores entregas me hicieron disfrutar de una segunda juventud, especialmente las de la serie Black Ops. Pero este año... ¡Madre mía este año!
El nuevo Call of Duty: Black Ops 4 le pega un meneo a toda la historia de los CoD a base de novedades del tamaño de un portaaviones. La historia, en esta ocasión, se ha despiezado en capítulos que tienes que ir superando para montar un guión que mantiene el nivel muy alto. Y?lo mejor es que si eres un paquete de proporciones bíblicas en el on line, como un tal Arráez que todos conocemos, no sufrirás ya que el juego te atrapa por otras vías.
La parte gráfica es inconmensurable, como suele ser habitual en los juegos desarrollados por Treyarch, pero mucho menos que la imaginación de estos tipos creando armas y equipos de combate. Unos auténticos genios.
