En esta geografía de trigales de la planicie castellana se encuentra la antigua Fromesta de la Ruta Jacobea, a 32 kilómetros de la capital palentina, silueteada por el Canal de Castilla y por el Camino Francés a Compostela. Y bella entre las bellas, la iglesia de San Martín de Frómista se erige en baluarte del patrimonio románico de la ruta a Santiago.
Dicen que el de San Martín es uno de los mejores románicos que existen en el mundo, y así debe ser por la afluencia constante de visitantes a esta villa palentina. El templo corresponde a una fundación del siglo XI mandada construir por Doña Mayor, viuda del rey navarro Don Sancho. Aquí se puede apreciar la perfección de este género artístico: tres naves abovedadas con cimborrio en el crucero, dos torres gemelas, cuatro portadas y tres ábsides, todo ello enriquecido por el cincel de los maestros canteros.
La iglesia de San Martín es Monumento Nacional ya desde el siglo XIX, y además de su belleza alberga el que fue durante centurias conocido milagro. Es en 1453 cuando se data el prodigio: la Sagrada Forma se resistió a desprenderse de la patena cuando iba a recibir el viático el vecino Pedro Fernández, excomulgado por el impago de una deuda a un judío. Finalmente, el cura pudo darle la comunión porque el cristiano viejo había saldado lo que debía, aunque no lo hubiera notificado en su día a la iglesia. La primera forma consagrada, la que había quedado adherida, pasó a ser expuesta en el "Templo del Milagro", convertido a la sazón en multitudinario centro de devoción.
Frómista cuenta con otras bellezas monumentales de gran valor artístico, como Santa María del Castillo, iglesia de estilo gótico tardío que fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1944. Debe su nombre a la fortaleza medieval que ocupaba el solar en el que se sitúa.
En Frómista hay una Plaza de Tui, asi llamada porque la villa palentina es la cuna de San Telmo, hermanada con la localidad gallega donde murió el santo y está sepultado. En esta misma plaza está la iglesia de San Pedro, la actual parroquia. Es de estilo gótico, aunque su portada es renacentista, diseñada por Juan de Escalante y que recuerda claramente la estructura que tenían los antiguos arcos de triunfo romanos.
Visita obligada es también el Canal de Castilla a su paso por el municipio, una joya de la ingeniería civil de la época.
