El hábitat no hace al monje. El director iraní Asghar Farhadi templa el acero de la tensión y de la emoción, contenida o desbordada con acierto, con tanta sutileza y exactitud en "Todos lo saben", que rueda en tierras españolas, como en las maravillas que filma a seis mil kilómetros, en su tierra natal. Lo que podemos saber tras su visionado es que este largometraje no empaña su hoja de servicios. Los ases en la manga del realizador son tres: estar arropado por actores entregados y solventes, combinar con equilibrio drama y thriller y diseccionar de forma quirúrgica y emocional el ambiente para poner el dedo en la llaga donde de verdad duele, el pasado.
Lo que la verdad esconde