Neda es un municipio coruñés antaño conocido por su puerto comercial y su astillero. Aquí se construyó el barco que participó en la reconquista de Algeciras en 1344, lo que hizo que el rey Alfonso XI concediera a la localidad los foros que favorecieron su economía. Es también famoso por su pan, un producto artesano que lo identifica desde hace siglos. Y guarda hermosos espacios naturales como los que forma el río Belelle. Las aguas se precipitan a más de 50 metros en una gran poza rodeada de robles y castaños a la que se accede siguiendo una ruta que permite apreciar la belleza del entorno.
El camino parte del lugar de O Roxal, en la parroquia nedense de San Pedro de Anca, a unos tres kilómetros de la villa, donde está el pazo de Isabel II. Fue antigua fábrica textil que aprovechaba las aguas del río Belelle en el siglo XIX. La senda está señalizada, y la carretera que bordea el edificio es el itinerario hacia la cascada.
Continuando el ascenso asoman viejos molinos restaurados donde se molía el trigo, cereal básico del pan de Neda que ha dado fama al concello. Después aparece la central hidroeléctrica, donde hay que cruzar un puente de madera. Tras una pendiente se llega a la poza que forma el río, donde es posible disfrutar de un refrescante baño. Desde el mirador de Viladonelle, integrado en la ruta, se puede contemplar la fervenza y su entorno.
El Belelle fue uno de los ejes del desarrollo del concello, ya que sus primeras industrias se forjaron gracias sus aguas. Además de mover los molinos, para alimentar la central eléctrica en el siglo XX se extendió un tubo de más de dos kilómetros de longitud a lo largo de la cumbre y ladera del monte Marraxón, con objeto de alcanzar hasta 125 metros de caída, lo que permitía mover las turbinas del edificio.
En las inmediaciones está la iglesia de San Andrés de Viladonelle, de estilo barroco, con una sola nave. Existe una fuente cercana al templo y al castro, del que se puede apreciar parte de la muralla. Ya en el concello, merece una visita la iglesia de San Nicolás, de una nave con ábside rectangular, que conserva elementos del gótico tardío con otros de estilo neoclásico y una torre barroca. El cruceiro gótico de su atrio está considerado uno de los más antiguos de Galicia.
