Con ellos "el amor está en el aire", como cantaba John Paul Young. Desde la primera canción de su nuevo disco, titulada "Que todo el mundo sepa que te quiero", la banda liderada por Shuarma da rienda suelta a la emotividad, que se desborda con su versión del "Te quiero", de Perales, grabada originalmente con Santi Balmes, de Love of Lesbian, y Marc Ros, de Sidonie.
El viertes Elefantes actuaron en el Teatro Colón de A Coruña y hoy tocarán en Vigo un concierto, como cuenta Shuarma a Visado, pensado exclusivamente para teatros, con instrumentos que no habían utilizado antes sobre el escenario: guitarras españolas, piano, xilofón... "También hay una parte de rock fuerte al final -adelanta el cantante barcelonés-. La gente acaba de pie, saltando y metiéndonos en un lío, porque eso en un teatro no se puede hacer, pero nos encanta que ocurra así. Vamos a dar lo mejor de nosotros". La gira ha colgando el cartel de "no hay entradas" en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Zaragoza, algo que a Elefantes, que volvió en 2014 tras ocho años de separación, le llena de "orgullo, satisfacción y agradecimiento".
--En el Teatro Circo Price de Madrid, el 21 de enero, subieron al escenario Iván Ferreiro, Alberto Jiménez, de Miss Caffeína, y Coque Malla. ¿Fue la noche más especial desde vuestra vuelta?
-Probablemente sí. Fue una noche muy bonita, en primer lugar porque estaban las entradas agotadas, aunque en esta gira se ha ido repitiendo muchas veces. También fue especial porque hacía justo un año de la salida del disco y por estar rodeado de amigos: Alberto, Coque, Iván... Pero también hay conciertos que se convierten en especiales sin que lo esperes. A veces una fecha que tienes marcada en el calendario como que todo tiene que salir bien se tuerce, o los nervios te traicionan. Afortunadamente no fue el caso de Madrid, todo salió muy bien y pudimos disfrutar mucho.
-¿Habéis grabado el concierto del Teatro Circo Price para editar un disco en directo? ¿Crees en los discos en vivo
-Disfruto mucho viendo directos de otros grupos en DVD, aunque lo que más me gusta es verlos en vivo. No nos lo hemos planteado. Ese concierto no va a salir publicado. No estamos ahora con eso. Lo que queremos ahora es meternos en el estudio, sacar un nuevo disco y volver a salir. Estamos en un momento de mucha actividad. Vamos cogiendo carrerilla. Estamos en un momento muy creativo y tenemos muchas ganas de crear material nuevo, no de apoyarnos en el viejo. En algún momento haremos un directo, nos gustaría, pero todavía no.
-¿Eres de los que te inspiras para componer en medio de la vorágine de una gira o esperas a tener tranquilidad para escribir nuevas canciones?
-Un poco de todo, la verdad. Hay momentos en los que salir de gira me estimula y me deja suficiente espacio como para que vengan ideas y hay otras que no, que tengo la cabeza llena de cosas y por la razón que sea no me llega la inspiración. A veces hago de oficinista, me pongo un horario: de 10 de la mañana a 2 me pongo a escribir. La inspiración viene trabajando, o al menos, como decía Picasso, que la inspiración te pille trabajando. Aunque también ha habido otros momentos en que estoy paseando, me viene algo y lo grabo y eso es material que puedo transformar, últimamente me siento directamente a escribir.
-Parece que el amor ha estado muy presente en vuestro disco y también en los conciertos. Fernando Neira, de "El País", ha escrito que lo vuestro es "romanticismo radical", "apostolado ultrasensible" e incluso "ñoñería", palabra tabú para muchos.
-Es verdad. Estamos otorgando mucho poder a esa parte del ser humano, la del amor y la del enamoramiento. Estamos en una época en la que a nivel musical no se muestran mucho los sentimientos. Se trabaja más desde una frialdad que a mí personalmente me gusta mucho también. Pero yo no soy así. Soy muy expresivo y necesito escribir sobre lo que siento, y soy un poco exagerado también, y escribir canciones te permite exagerarlo más, hacerlo aún más grande. No me da nada de miedo cantarle al amor con las puertas abiertas, ni me importa que nos digan que somos "ñoños". Es lo que nos toca ahora mismo. También leí el artículo de Fernando y me gustó muchísimo. Él es muy crítico y muy duro algunas veces y creo que nos trató muy bien. Creo que por fin nos están entendiendo y aceptando nuestra forma de hacer. No creo que haya muchos grupos que puedan cantarle al amor así.
-Se suele decir que lo que no te mata te hace más fuerte. ¿A Elefantes la separación de 8 años os hizo más fuertes?
-La separación nos ha permitido hacer discos de los que nos sintamos orgullosos. Ya no te diré buenos ni malos, cada uno puede tener su opinión. Pero lo que es innegable es que nosotros estamos orgullosos de los trabajos que estamos haciendo. Si hubiéramos seguido en aquel momento creo que hubiéramos hecho discos de los que nos hubiéramos arrepentido. Las cosas no fluían, no iban bien. Cada vez nos costaba más dar lo mejor de nosotros. Parar de forma honesta nos ha permitido volver también de forma honesta y continuar haciendo las cosas donde las dejamos, que es con el corazón y con la ilusión intactas. Ese parón nos ha permitido haciendo discos de los que estamos orguillosos y que la gente, como he dicho de Fernando [Neira], no pueda comprender mejor. Eso es muy importante para un grupo.
-En una entrevista decías que Radio Futura y El Último de la Fila dejaron un enorme vacío, porque fueron grupos que hacían "canciones de raíz que solo se entienden en España". También has reivindicado a Gabinete Caligari, otros que se distinguían por eso mismo. ¿Vosotros también buscais eso, entroncar con esa raíz popular?
-No es tanto que lo busquemos. Son referentes para nosotros. No prentendemos sonar a los Arctic Monkeys o a otros grupos de fuera. Queremos ser lo que somos de forma transparente, sin querer impostar nada. Nos ha formado el rock de aquí: El Último de la Fila, Radio Futura, Gabinete, Kiko Veneno, Triana, Los Módulos... Un sinfín de grupos. Es normal que eso aparezca en nuestra música, porque eran nuestros referentes. También, por supuesto, Bowie, los Beatles, Dylan? Todo eso está en nuestras canciones.
-Vuestra versión del "Te quiero" de Perales ha tenido un enorme éxito.
-A Perales yo lo escuchaba cuando era pequeño, en el coche...
-¿Y quién no? Era una obligación si lo ponían los padres [risas].
-Claro, y tú te lo tenías que comer. Yo lo flipaba muchísimo. Cuando uno lleva una carrera larga llega un momento en el que, sin perjuicios, miras atrás. Es lo que a mí me ha hecho ser el músico que soy. Te das cuenta de que la música de tu infancia también ha sido importante. Perales, Rafael, el Dúo Dinámico... Parece que ahora se les empieza a dar un lugar, pero hace diez años nadie sacaba a relucir estos nombres. Es muy positivo que se haga. Hay una tradición cultural en nuestro país de esconder lo que vino antes que nosotros. Lo hacen muy bien en Inglaterra, Estados Unidos, Francia... Les dan valor a esos músicos que son los que han hecho los músicos que están ahora. Fue algo muy bonito reivindicar el cariño a los músicos que vinieron antes que nosotros, y José Luis Perales es uno de ellos. Y esa canción estaba en la dirección en la que nosotros estábamos llevando nuestro disco.
-Bunbury, que colabora con vosotros en "Duele", ha incluido canciones de México en su repertorio y vosotros lo hacéis con "No me amenaces".
-Para mí es la otra cara de la moneda del "Te quiero" de Perales. Es una música latina, con una vertiente emocional muy fuerte que te da en otro lado, el lado oscuro. Esto nos ha ayudado a construir el disco desde una base un poco más sólida. Yo quería hablar sobre el enamoramiento, pero los compañeros de grupo me dijeron que estaba muy bien, pero que era una parte muy superficial. Ampliamos el discurso del disco y era interesante dar la visión de México, un lugar donde la música se hace desde una gran pasión y emocionalidad. José Alfredo Jiménez nos venía muy bien.
-De la variedad de influencias del disco da idea también "Volvió la luz", que está en esa onda de "Just like heaven", de The Cure. Creo que incluso fuiste al concierto de The Cure en Barcelona en noviembre pasado.
-Es interesante lo que nombras. Poca gente lo ha relacionado y es verdad. Cuando empezamos esa canción, uno de los referentes era The Cure y esa idea llevada a nuestra onda. Pero sí, tiene ese beat y ese aroma. Esa música anglosajona que para nosotros marcó una época y que también nos ha influenciado. Has dado en el clavo.
-En algún concierto habéis tocado "Mediterráneo", de Serrat, con Hugo Toscano a la guitarra y tu voz.
-Nuestra profesión nos permite a veces unir lo artístico y profesional con tus inquietudes personales. Nos hicieron partícipes de una campaña que se llama "Volem acollir", "Queremos acoger". Se está haciendo en Cataluña pero se está empezando a mover también por todo el Estado. Lo que pide es que el Gobierno cumpla su promesa con relación a los refugiados. Se había comprometido a dar asilo a 10.000 personas, y de momento creo que no lllegan a 800. Un grupo de estudiantes viajó a campos de refugiados y se quedaron tan desolados que empezaron a mover esto y han creado un movimiento aquí en Cataluña, llegando a músicos, gente del espectáculo, actores, periodistas... Están utilizando "Mediterráneo" para denunciar que el Mediterráneo se ha convertido en un gran cementerio y se ha vuelto a grabar la canción con el propio Serrat y varios artistas, entre los que tenemos la fortuna de estar nosotros. En el Circo Price contamos esta historia y como acto simbólico cantamos "Mediterráneo".
-Pero no es un fijo en la gira.
-No, no. A lo mejor la volvemos a cantar, porque es una canción que no nos cansa, y el hecho de por qué la cantamos está bien tenerlo presente en todos los escenarios donde tocamos.
