Los destrozos en los coches de la Guardia Civil y los turismos deformados y arrastrados a varios metros de la carretera evidencian la fuerza con la que el camión los ha arrollado en lo que se investiga como un siniestro vial por causa accidental. Ocurría a las cinco menos veinte de la mañana en un tramo de la AP4 donde se había organizado un control de drogas señalizado y visible a 1 kilómetro de distancia. Aun así, el conductor del camión, que iba acompañado, impacta contra el dispositivo. Seis personas mueren en el atropello: cuatro civiles que estaban en el interior de sus vehículos y dos guardias que se encontraban en la carretera. El cabo Eneko de Barakaldo tenía 37 años. Su compañero Juan Jesús, de El Ejido, 34. Además, otros cinco agentes han resultado heridos, tres de ellos graves. Todos miembros del GAR, el Grupo de Acción Rápida, que recibe el pésame del director de la Guardia Civil en un día en el que es difícil mantener firmes las emociones.