Cada día Carmen toma cinco pastillas diferentes. Entre nombres y cajas casi idénticas no es nada fácil distinguirlas. Pero para eso su hija María José le ayuda. Las etiquetas confunden y surgen los remedios caseros. Una práctica cada vez más extendida. Son muchos los que, como Carmen, necesitan rotular su medicación para saber cuándo y cómo tomarla. Y la razón está a la vista: es muy complicado distinguirlas.