Tomarse un café es una auténtica experiencia sensorial y cada vez se cuidan más los detalles, desde las tazas en las que se sirve a la elaboración. Ha pasado por distintas etapas de consumo y sin duda ahora está en una auténtica ola de consumo, en la que se valora más la calidad, la trazabilidad y el origen del producto.

El café es la bebida más consumida después del agua y el de especialidad gana terreno con un abanico de sabores. Los costes de la materia prima suben por los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo, duplicando los precios en los últimos dos años. En España se consumen 14.000 millones de tazas de café al año.