Son casi cuatrocientas mil las personas que sufren alguna enfermedad inflamatoria intestinal, las más habituales colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn. Sus síntomas son limitantes dado que, cuando un enfermo sufre un brote, necesita tener un baño cerca debido a su urgencia por evacuar. Los enfermos sufren también limitaciones por el estigma que les acompaña. Limitaciones laborales, emocional, afectivo sexuales y sociales que hacen necesaria una actuación multidisciplinar por parte de la atención médica. Los últimos avances en las terapias han abierto nuevas esperanzas, en especial para que la enfermedad entre en fase de remisión y así evitar los temidos brotes.