Los microplásticos son partículas que van desde una micra a 5 milímetros. Pero hay muchos más. "Uno de los microplásticos más abundantes y contaminantes son las microfibras que vienen de nuestra ropa y salen al medio cada vez que ponemos una lavadora", explica Raquel Parra, directora general de Captoplastic.

Están en nuestra vida cotidiana y una oenegé ha cuantificado su impacto en el ser humano. "Vimos que el ser humano ingería o inhalaba cinco gramos a la semana, el equivalente a los plásticos que lleva una tarjeta de crédito", explica Enrique Segovia, director de conservación de WWF. Y para reducirlos es importante medir las concentraciones y capturarlos. Aunque existen alternativas para sustituirlo, es la opción más segura para alimentos altamente perecederos como la carne o el pescado. La mitad de lo que se produce a nivel global se destina a embalajes de bebidas y alimentos. Recomendaciones de la OCU: consumir a granel, no reutilizar envases de un solo uso, evitar calentar 'tuppers' de plástico en el microondas y priorizar los de vidrio, acero inoxidable o cerámica.