Gloria sufre temblores desde hace cuatro meses y al acudir al neurólogo le ha puesto unos innovadores guantes, que ha creado él mismo con una empresa de biotecnología Ditengloves. Los sensores de cada dedo detectan en solo unos minutos si los movimientos son consecuencia del párkinson o de otra patología "como puede ser un hipotiroidismo o una hipoglucemia", apunta el jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínica Benidorm, José Javier Hernández Martínez. José Javier ya ha utilizado este pionero dispositivo en más de 1.000 pacientes y cuenta con una fiabilidad del 98 por ciento. Su uso reduciría las largas listas de espera y los tratamientos. "Los neurólogos nos encontramos con pacientes que llevan dos años de espera y tienen un tumor en la tiroides, llevan dos años esperando al neurólogo y tienen que ir al endocrino", subraya Hernández. El párkinson afecta al 1 por ciento de las personas mayores de 65 años y es la segunda enfermedad degenerativa más común después del Alzheimer.