La escena comienza en una carretera de Ourense, cuando una patrulla de la Policía Nacional le da el alto, pero el hombre decide continuar la marcha, haciendo caso omiso de las indicaciones de los agentes. Es cuando los acompañantes que viajan con él en su coche, comienzan a gritarle que frene, mientras uno de ellos graba la estrambótica secuencia.