No ha sido una decisión fácil. Según Patricia Plaja, la portavoz del Govern, en la última semana "ha cambiado todo". Así que, de urgencia y a solo tres días de Nochebuena, cierra el ocio nocturno. A partir del jueves, se recuperan aforos de olas anteriores. Bares y restaurantes solo podrán funcionar a la mitad de su capacidad en interiores. Un nuevo batacazo para el sector hostelero que no ha tardado en pronunciarse. Impugnarán y pedirán "la suspensión inmediata de las medidas". Además, cines, teatros o gimnasios, abrirán al 70% de su capacidad. Y ojo porque, si el TSJ lo avala, vuelve el toque de queda entre la una y las seis de la madrugada. Y tocará replantearse los asientos en las comidas navideñas porque el Ejecutivo catalán también quiere limitar las reuniones a un máximo de diez personas. Actuará unilateralmente sin esperar a la reunión de Pedro Sánchez con los presidentes regionales.