La “performance” de Uxía Morán representó la ilusión inicial en el camino al altar, la violencia posterior en forma de agresiones y violación. Todo ello acompañado de la danza y de música. Fue una representación dura, impactante y para remover conciencias. Sin medias tintas. Pero al final la actriz también lanzó un mensaje en positivo. Es posible salir de ese infierno: hay que denunciar y pedir ayuda. Y también es posible encontrar el amor.