El norte de Portugal cuenta con las reservas de litio más importantes de toda Europa. Su extracción es muy contaminante, pero se trata de un material clave en la fabricación de baterías eléctricas para coches. Y genera tantas pasiones y tantas ambiciones que ha acabado llevándose por delante al Gobierno luso. El Tribunal Supremo va a investigar si el ya dimitido primer ministro favoreció a varias empresas en proyectos de explotación de ese litio y en otros de producción de hidrógeno verde. Los indicios se centran en el anterior ministro de Medio Ambiente y en el que era su secretario de Energía. Pero habría una conversación telefónica en la que Antonio Costa, supuestamente, dio el visto bueno a ese trato de favor. El presidente, el conservador Rebelo de Sousa, tendrá que decidir ahora si convoca elecciones anticipadas, algo que en Portugal se da casi por descontado y que se anunciaría este mismo jueves.