Los servicios de limpieza no cesan en la costa gallega. Van contracorriente para limpiar los microplásticos que no dejan de llegar a la orilla desde mediados de diciembre. No es la primera vez que pasa y se aprecian a simple vista, pero donde hay poca concentración es casi imposible recogerlas. Por ello, aumenta la preocupación. Los grupos ecologistas piden tomar medidas inmediatas para evitar un desastre medioambiental. No se ha ofrecido ninguna ayuda por el momento y la ciudadanía acude de manera voluntaria a las playas porque sabe los efectos que tiene para el ecosistema. Aunque a simple vista parece indefenso, hasta que no se encuentre una solución el mar seguirá devolviendo lo que no le pertenece.