En España hacen falta más pisos que los que se construyen. Solo una de cada 5 viviendas que se vendió en 2002 era de obra nueva. Básicamente porque no hay. Un ejemplo muy gráfico. El ritmo de construcción es de unas 100.000 viviendas al año, insuficientes para alojar a los 200.000 hogares que se crean de media cada año. Esa brecha entre oferta y demanda impacta de lleno en los precios. En ciudades como Málaga es especialmente llamativo por la entrada en el mercado de compradores extranjeros. Ni siquiera las subidas de los tipos de interés han conseguido moderar lo suficiente los precios de la vivienda. Y de momento seguirá así porque el BCE en su reunión de hoy ha decidido mantenerlos en el 4,5 por ciento.