En 2018 Nudesa comenzó a desarrollar la sala de maternidad suelta en su granja de Vila de Cruces, con un espacio reservado para las madres recién paridas y sus piaras dentro de la propia maternidad. Esta iniciativa consiguió el premio GandAgro Innova del año pasado. Pero es que Nudesa, ya por esta explotación cruceña, había recibido en 2019 un Premio Especial MAPA del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a la mejor granja de España en cuanto a sanidad, bienestar animal y medio ambiente.

En este módulo entran las cerdas una semana antes del parto –cuando comenzó la iniciativa lo hacían cuatro días después de parir– y permanecen en él durante toda la lactación. La sala de maternidad suelta tiene una capacidad para 8 ó 9 cerdas paridas y sus lechones, que suelen ser de 13 ó 14 por cada madre. Las cerdas y sus crías se colocan en grupos sociales, con superficies calefactadas, ventilación forzada, control ambiental y acceso a materiales de enriquecimiento. Al poder moverse libremente, la empresa notó que las madres tenían menos riesgos de sufrir problemas sanitarios y que empezaban a desarrollar comportamientos más naturales, como la construcción de nidos y una mayor interacción con sus crías.