“Manolo”, pronuncia el concejal y ya todos en el teatro saben a quién se refiere, pese a lo común del nombre. “El Gran Capitán”, añade enseguida, inevitablemente, y es casi prescindible que especifique del Celta. Muchos y buenos han portado el brazalete en los cien años de historia céltica, desde los primerizos Otero y Pasarín al actual Iago Aspas. El grande, sin embargo, permanece como calificativo exclusivo de Manuel Rodríguez Alfonso.