Tras el entusiasmo y el glamour de la alfombra roja, la realidad de los que se dedican al mundo de la interpretación es muy distinta. El 77% de los artistas españoles ingresan menos de 12.000 euros al año, unos sueldos que les obligan en muchos casos a buscar otros empleos alternativos. A esta precariedad estructural del sector cultural se une además la irrupción de la inteligencia artificial.