Apuran los últimos retoques en camerino antes de salir a escena. Y es su directora, Chelo Pampillón, la que nos desvela su edad. Jóvenes de 60 a más de 90. Aunque reconocemos que Amparo aparenta menos. Tiene 94 y aún recuerda perfectamente sus inicios, lo que le temblaban las piernas. De eso pasaron ya 29 años, los mismos desde que Fontevella Teatro de O Porriño inició su andadura. Deleitan a los vecinos de Cangas con su última obra sobre sus andanzas en un balneario. Una afición, coinciden, que les da vida. Que les engancha, que les viene bien para la memoria "mejor que una pastilla", que les mantiene activos, les ayuda a envejecer. Y ya piensan en cómo celebrar su trigésimo aniversario. Su arte no esconde secretos. Por delante les queda mucho escenario por compartir.