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Santiago

La Comisión Ballenera logra un consenso para crear un grupo de trabajo

El inédito grupo trabajará, a puerta cerrada, en base a una agenda que incluye todos los temas que están en la reunión, entre éstos la investigación y cacería científica, el uso no letal de los cetáceos (turismo), entre otros, dijo a Efe el director de Medio Ambiente, Antártida y Asuntos Marítimos de la cancillería chilena, Cristián Maquieira

"Todo lo que es la agenda sustantiva, los asuntos que en el pasado han dividido a la comisión, está en el temario", recalcó.

"Lo que hemos hecho aquí es que hemos logrado algo que no se ha hecho nunca en la comisión, que es producir un marco de negociaciones en que están todos de acuerdo, conservadores y balleneros. Eso es un desarrollo político que para una negociación internacional es muy importante", subrayó.

Se trata de evitar que puedan crearse, por malos entendidos o posiciones extremas, actitudes que impedirían buenos resultados", añadió el diplomático chileno.

La instancia no tiene plazos fatales para emitir sus conclusiones, agregó Maquieira, que informó que la próxima sesión será en octubre y añadió que no puede asegurar que resurjan discrepancias.

La instancia también trabajará sobre el proceso de reforma y modernización de la Comisión.

Agregó que "hay un acuerdo general de producir una atmósfera positiva y que no se sometan a votación resoluciones que en el pasado han sido controvertidas".

La iniciativa fue respaldada con entusiasmo por los países latinoamericanos, entre ellos Chile, Argentina y México, así como España, EE.UU., India y Gran Bretaña, entre otros, que comprometieron sus esfuerzos en la tarea y apoyaron al presidente de la CBI, William Hogarth.

Sin embargo, grupos ambientalistas señalaron que la decisión de que la nueva instancia trabaje a puertas cerradas, lo que excluye a las organizaciones civiles, "no inspira confianza".

"En otros foros modernos las ONG y otros observadores son parte integrante del proceso, por ello es deplorable que la CBI nos haya lanzado fuera ", señaló en un comunicado Greenpeace.

Los ambientalistas agregaron que, sin embargo, tienen las esperanzas que el debate de este grupo de trabajo sea el comienzo "de un nuevo futuro de la CBI".

"La comisión debe transformarse en un organismo de conservación que protege a las ballenas y no a los balleneros", agregan.

En la primera jornada de la reunión, en la que se decidirá si se extiende o no la moratoria de la caza de ballenas, un informe del comité científico de la CBI consigna reducciones importantes de ballenas y también muchas especies se encuentran "en un precario estado de conservación".

Sin embargo, Japón, que ha burlado la moratoria vigente desde 1986 con el pretexto de "caza científica", ha insistido en la reunión en que hay muchas especies de cetáceos que no están en peligro y que se pueden capturar mediante una asignación de cuotas.

Japón actúa amparado en un artículo de la Convención Internacional para la caza de ballenas, que en 1946 dio origen a la CBI y que hasta ahora los sectores conservacionistas no han logrado derogar, al no reunir los dos tercios de los votos necesarios para ello.

En esta reunión, el país asiático señaló que no proporcionará datos al respecto, aunque según datos difundidos, el país asiático caza anualmente cerca de 1.400 ballenas.

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