Su ritmo de trabajo es incesante, y no deja de repetir lo afortunada que se siente. En estos momentos "tan difíciles para todos", Amaia Salamanca encadena rodajes.

"Tengo amigos actores que me llaman para ver si puedo hacer algo por ellos, porque llevan demasiado tiempo sin trabajar, lo que acaba con la moral de cualquiera".

Logró encajar su trabajo en Atraco, su último filme, los días que le dejaba libre la grabación del serial Gran Hotel, que ha iniciado nueva temporada.

"Esta película merecía la pena por muchas razones, por el director Eduard Cortés (The Pelayos), porque al ser coproducida con Argentina te ve público de dos países, y porque me gustan los personajes de época: te pones el traje y ya te mueves de otro modo; es como tener parte del trabajo hecho".

En Atraco, una comedia negra en el Madrid de la posguerra, es una joven envuelta en el demencial intento de unos ladrones inexpertos de recuperar las joyas de Evita Perón, empeñadas en secreto en una joyería madrileña, antes de que la famosa Collares, como se conocía a Carmen Polo de Franco, se las lleve sin pagar, como tenía por costumbre.

"Mi personaje existió en la realidad, y eso es muy atractivo para un actor, pero lo mejor del filme es que se sobrepone a la oscuridad de aquella época buscando la sonrisa inteligente".

Nacida en Madrid, hace 26 años, se apuntó a una agencia de modelos de adolescente "por interés económico", mientras estudiaba Administración de Empresas y Derecho. "Me llamaron para un casting en la serie SMS, llegó Sin tetas no hay paraíso, Fuga de cerebros, La marquesa de O, Gran Hotel? He tenido mucha suerte. Al principio no tenía claro si esto era lo mío; ahora no lo cambiaría por nada... A pesar de los paparazzi", añade sonriendo.

Este es el tráiler de su último trabajo: