Hay actores con esa coletilla de «muy celosos de su intimidad» y luego están Will Smith y su esposa, Jada Pinkett Smith, que han saturado hasta a sus propios fans. Algún asesor debería aconsejarles que se alejaran del foco mediático. A pesar del empeño de Smith en las entrevistas –que se lo digan al masajista Pablo Motos– de mostrarse cercano, su desmesurada naturalidad no está siendo bien recibida entre sus seguidores, que han empezado a recoger firmas para que el actor y su esposa dejen de dar entrevistas. La petición, en Change.org, no puede ser más diáfana: “¡Dejen de entrevistar a Will y Jada Smith!”

Portada del libro de Smith, escrito con la ayuda de Mark Manson y con una ilustración de Mike Odums.

Y es que en los últimos meses, el matrimonio se ha convertido en protagonista de la crónica social de EE UU. La culpa la tiene la autobiografía del actor, titulada Will, a secas, que ha escrito con ayuda de Mark Manson “como un trabajo de amor” y donde asegura: “Es fácil manejar el mundo material una vez que has conquistado tu propia mente”. En la promoción, el actor está desatado hablando de la relación abierta que mantienen Jada y él y en cómo han experimentado sus encuentros sexuales fuera del matrimonio.

Confesiones

La curiosa petición llega después de que el protagonista de El príncipe de Bel Air, Soy leyenda y Ali, en una entrevista televisada, abordara su vida sexual. “En los meses siguiente a mi ruptura, me convertí en una especie de hiena. Mantuve relaciones con muchas mujeres, lo que me hacía sentir muy culpable. Acabé desarrollando una reacción psicosomática al orgasmo, me daba arcadas y ganas de vomitar”, detalló e insistió en que esas experiencias le marcaron y que llegó a recurrir al sexo tántrico para “conseguir limpiar” su mente. “Para permitirme saber que está bien ser cómo soy y ser quién soy. En mi mente, por mi educación cristiana, incluso mis pensamientos eran pecados”.

Además, durante la promoción de su autobiografía y de la película King Richard, el intérprete, rapero y productor compartió confesiones personales de su infancia, como que pensó en asesinar a su padre, William Carroll Smith, fallecido en 2016 a causa de un cáncer, por el maltrato a su madre, Caroline Bright.

Aunque gran parte de las quejas de sus seguidores van dirigidas hacia él, su esposa desde 1997, Jada Pinkett, tampoco se queda atrás. Y es que la actriz habla también sin tapujos en su programa Red table talk junto a su hija Willow y su madre Adrienne Banfield-Norris. Allí vierte sus comentarios sobre temas como el consumo de drogas, los retoques estéticos y su vida conyugal.

“Estoy harta de escuchar todas las tonterías que hacen en su vida personal. Es agotador”. “Sé más sobre esta familia en los últimos tres meses que en los últimos diez años”. “No todo tiene que ser de dominio público”. “Todo lo que escucho sobre esta pareja es en contra de mi voluntad. Libéranos”. “Will y Jada Pinkett Smith me están recordando cuando mi madre y mi padrastro volcaron todos sus problemas sobre mí y mis hermanas en lugar de divorciarse como malditos adultos”. Estos son algunos de los comentarios en las redes sociales sobre la excesiva pareja.