Penélope Cruz. | // EFE

Milena Smit. | // EFE

Almodóvar con Tilda Swinton. | // EFE

Aitana Sánchez-Gijón y Milena Smit son las dos últimas actrices en incorporarse a la extensa lista de chicas Almodóvar para participar en “Madres paralelas”, el 22º largometraje del director manchego, cuyo rodaje arrancará en marzo, aún reciente el estreno de su primer cortometraje en inglés, La voz humana, protagonizado también por una actriz, Tilda Swinton.

Sánchez-Gijón debuta con Almodóvar después de haber trabajado en casi medio centenar de películas con directores tan reconocidos como Gonzalo Suárez, Bigas Luna, Imanol Uribe o Jaime Chavarri, mientras que Smit lo hace tras solo una película, “No matarás” (David Victori, 2020).

Con ellas son ya más de 60 las que engrosan una lista que no para de crecer desde que Isabel Mestres protagonizara el cortometraje “Salomé” (1978), y sin contar a dos mujeres más que llevan casi cuatro décadas ininterrumpidas con Almodóvar, las hermanas García: Lola, su secretaria personal, y su hermana Esther, directora de producción de El Deseo.

La pregunta es qué requisitos exige el director para ser una chica Almodóvar. Críticos y estudiosos de la obra del cineasta no tienen una respuesta unánime, aunque sí apuntan que la elegida ha de ser algo frívola y excéntrica. Además, debe seducir a la cámara, llenar la pantalla con su carácter y embelesar al espectador con su desparpajo y ambigüedad.

Carmen Maura dio fe de muchas de esas características innatas en ella desde su primer papel en “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón” (1980), donde aparecían ya otras clásicas como Kiti Manver, Cecilia Roth, Julieta Serrano y Assumpta Serna, y que le llevaron a ser considerada su musa durante la década de los ochenta.

Maura y Almodóvar encadenaron seis filmes hasta la aclamada “Mujeres al borde de un ataque de nervios” (1988), en la que se rompió la relación en la misma alfombra de los Óscar. Ambos se volverían a reencontrar 18 años después en otro aclamado, multipremiado y premonitorio título, “Volver” (2006).

Pero ya nada sería igual porque el director había reservado el sitio de honor para Penélope Cruz, a la que había dirigido por vez primera en “Carne trémula” (1997), y con la que se volcó para que la nominasen a los Óscar y a los Globos de Oro. Con “Madres paralelas”, Cruz sumará su séptima película junto al cineasta manchego.

Aunque en cuestión de apariciones destacadas, el mayor número lo acaparan Chus Lampreave, con ocho películas, y Cecilia Roth. También destacan la elegancia interpretativa de Marisa Paredes, en seis películas, la resolución artística del dueto Lola Dueñas y Blanca Portillo, (en “Volver” y “Los abrazos rotos”), la sempiterna Rossy de Palma, con ocho breves papeles sumando el que tendrá en “Madres paralelas”, o la fiel y eficaz Julieta Serrano, que llegará a siete.

A estos ejemplos se suman otros como Victoria Abril, su musa en el inicio de los años 90 o Elena Anaya, que fascinó al director en “La piel que habito”. Ángela Molina, Carmen Machi, Emma Suárez, Loles León, Verónica Forqué, Blanca Suárez, Adriana Ugarte y un largo etcétera componen ese universo femenino de Pedro Almodóvar, que en el 2006 recibía en el Festival de Cannes un reconocimiento a esa única y personal labor de dirigir mujeres, al premiar a las seis protagonistas de Volver.