El rey Midas fue un monarca que, según la mitología griega, convertía en oro todo lo que tocaba, algo que, lejos de arreglarle la vida, acabaría complicándosela. Algo parecido le pasa a Víctor Genovés, el personaje que interpreta el actor gallego Luis Tosar en ‘Los favoritos de Midas’, miniserie de seis episodios que hoy estrena Netflix y que supone el regreso a la pequeña pantalla del protagonista de ‘Celda 211’ y ‘Te doy mis ojos’, un medio en el que no suele prodigarse.

Este influyente empresario de la comunicación que siente que no encaja en la élite con la que se codea vive rodeado de lujos y con una cierta estabilidad hasta que la llegada de una carta firmada por una enigmática organización le plantea un gran dilema: le reclaman 50 millones de euros a cambio de salvar la vida de un desconocido. Si no accede al chantaje, una persona elegida al azar morirá en un lugar y fecha señalados, y añadirán una nueva víctima periódicamente hasta conseguir el dinero.

Esta situación pone al protagonista contra las cuerdas y le sumerge en un conflicto moral que irá desgastándole poco a poco. “La serie plantea muchas preguntas sobre nosotros mismos y sobre la sociedad que hemos construido, porque quizá no podamos seguir así por mucho tiempo”, reflexiona Tosar, de 49 años, que ve muchos paralelismos entre el contexto de caos social que muestra la ficción con la realidad de nuestros días. “Cuando estábamos rodando se estaban produciendo desórdenes sociales en varios lugares, había mucho descontento, y con la pandemia todo eso se ha agudizado y, seguramente, en los tiempos que vienen todo empezará a parecerse aún más a la serie”, explica el actor.

Aunque está basada en un relato corto de Jack London escrito a principios del siglo XX, la miniserie está ambientada en nuestros días, en un Madrid convulso en medio de una revuelta social que afecta a todo el país. Las imágenes de disturbios que aparecen son, de hecho, escenas de manifestaciones reales y su creador, Mateo Gil, se ha inspirado en el movimiento de los chalecos amarillos de Francia.

“Cuando escribía el guion no pensaba en una serie asentada en España, sino en una realidad europea que está aquí al lado, que no le hacemos mucho caso pero que nos puede caer en cualquier momento, porque se podría haber extendido a todo el continente”, recalca el también director de títulos como ‘Nadie conoce a nadie’ y ‘Las leyes de la termodinámica’, colaborador habitual de Amenábar en los guiones de sus películas.

Gil reconoce incluso que la crisis financiera del 2008 fue determinante para darle impulso a este proyecto, que tenía en mente desde el 2001 junto a Miguel Barros y que en un principio consideraron desarrollar en forma de película, aunque vieron que la trama necesitaba más metraje. “Esta historia resulta mucho más pertinente ahora que, después de la crisis, hemos abierto los ojos a un montón de realidades que antes no queríamos ver porque vivíamos en nuestra burbuja de riqueza”, subraya, aludiendo a temas como la corrupción, la miseria moral y las consecuencias de la libertad de expresión que se tocan en este thriller y que poco a poco cobran más protagonismo que resolver el misterio de saber quién se encuentra detrás de esos enigmáticos favoritos de Midas.