A pesar de su título, "Canciones para robots románticos", y de aterrizar en las tiendas en la semana de San Valentín, el nuevo disco de Fangoria contiene uno de los mayores alegatos de Nacho Canut contra el amor, que es "una tontería para vender productos", dice junto a su cómplice musical, Alaska.

"Yo no creo en el amor. Lo de casarse por amor es una cosa moderna, porque antes la gente lo hacía por interés. Esa es para mí la manera de ver las relaciones", explica el músico y compositor valenciano sobre el décimo álbum de estudio del dúo, que se publica hoy.

"Canciones para robots románticos" (Warner Music) se dirige a esos autómatas que, tras "estropearse, se engañan a sí mismos con la posibilidad de amar", y condensa parte de su filosofía sentimental en el primer sencillo, "Geometría polisentimental".

Mantienen que la honestidad está sobrevalorada y que su unión artística durante tanto tiempo es la prueba irrefutable de que "es mejor disfrazar las cosas un poco para entenderse y no llegar al enfrentamiento". "La mitificación de la sinceridad es de lo peor que puede pasar y es muy de este momento en España. Nosotros vivimos la Transición y ahora mismo estamos en una segunda transición, en la que todo está muy polarizado y en la que todo molesta a alguien", observa Alaska. "Geometría polisentimental", elegido por ser uno de los cortes más representativos de lo que el público asimila con Fangoria, lleva el sello de Guille Milkyway, encargado de la producción de la primera mitad del disco, mientras que la segunda corresponde a Jon Klein.