Filadelfia, la cuna de los Estados Unidos, retumbó ayer con el mensaje de solidaridad hacia los hispanos del Papa Francisco, que expresó su firme apoyo a los inmigrantes. Y lo hizo frente al Independence Hall, el lugar donde Estados Unidos nació bajo el principio de que "todos los hombres son creados iguales". En medio de aplausos, el Papa entró a la explanada del Independence Hall con su famoso "papamóvil", saludando a la multitud de decenas de miles de personas y bendiciendo a varios bebés que le acercaron los agentes de seguridad. Durante su discurso, Francisco expresó su apoyo a los inmigrantes, hizo mención a los hispanos y les animó a no avergonzarse y contribuir con sus dones a EE UU.

Banderas de la mayoría de países hispanoamericanos y de EE UU ondearon entre los gritos de "¡Viva Francisco!" durante el discurso que dio frente a la Campana de la Libertad, símbolo de la lucha por los derechos civiles. El Papa utilizó el mismo atril desde el que, el 19 de noviembre de 1863, Abraham Lincoln dio su histórico discurso de Gettysburg en defensa de los ideales de igualdad y democracia para el fin de la esclavitud. El mensaje de igualdad -esta vez en la voz del Papa- resonó 150 años después.

El Pontífice se reunió con víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia, según anunció el mismo Pontífice, quien dijo que todos los responsables de esos crímenes "rendirán cuentas". El Papa argentino visitó una penitenciaría y pidió más esfuerzo y eficacia en la reinserción de los internos. Con los obispos, Francisco reconoció que el matrimonio cristiano ya ni coincide ni se sostiene con la institución civil. El colombiano Juanes y la reina del soul, Aretha Franklin, habían puesto voz unas horas antes al Festival de las Familias, uno de los eventos más esperados y multitudinarios de la visita del Papa a Filadelfia.