La cantante jamaicana Millie Small, considerada la impulsora del ska, falleció el pasado martes en Londres a los 72 años tras sufrir una apoplejía, según informaron ayer varios los medios británicos. Era famosa sobre todo por el sencillo "My Boy Lollipop", que alcanzó el número uno de las listas de los más vendidos tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido en 1964. El tema sigue siendo una de las canciones de música ska más exitosas de todos los tiempos, con más de siete millones de ventas.

El fundador de la discográfica Island Records, Chris Blackwell, que confirmó el fallecimiento, fue quien llevó a Londres en 1963 a la estrella y el encargado de producir su versión de "My Boy Lollipop". Blackwell recordó a Small como a "una persona dulce, realmente especial". "Diría que es la persona que convirtió el ska en internacional porque fue su primer récord", apuntó.

Según explica el historiador musical Laurence Cane-Honeysett a la revista Record Collector, ese sencillo representa "el equivalente ska al "Heartbreak Hotel" de Elvis o al "God Save The Queen" de los Sex Pistols, al popularizar un sonido que anteriormente se consideraba que estaba en los márgenes de la música comercial".

Giras en los últimos años

Sin embargo, la artista no logró igualar durante el resto de su carrera el éxito logrado con "My Boy Lollipop", aunque continuó realizando giras e interviniendo con frecuencia en programas de música. En los últimos años, vivió en Singapur y Nueva Zelanda antes de regresar a Londres, donde se concentró en escribir, pintar y criar a su hija, que también se dedica a la música.