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La acuicultura del futuro: un mar de oportunidades

Científicos gallegos avanzan las nuevas líneas de investigación de la acuicultura en Galicia

Una larva de pulpo criada en cautividad // FARO

La investigación sobre acuicultura en Galicia sigue haciendo historia. Tras conseguir la secuencia de los genomas del rodaballo y del mejillón, en las últimas semanas se han conocido importantes avances para la cría del pulpo en piscifactoría y en relación con la supervivencia de la raya en cautividad, que se unen a otros hitos del Centro Oceanográfico de Vigo y del Instituto de Investigaciones Marinas. La acuicultura es una actividad en constante auge, que el pasado año alcanzó en España una producción superior a las 300.000 toneladas y generó en torno a 500 millones de euros en primera venta.

Con la mejora de la supervivencia de las larvas, el Oceanográfico vigués ha conseguido hacer viable la reproducción del pulpo común en cautividad. El estudio, encabezado por el investigador portugués Pedro Domínguez, comenzó hace más de un año con nuevas técnicas de cultivo y alimentación que ahora han dado excelentes resultados. De hecho, las larvas cultivadas tienen ya más de cien días y pesan entre uno y dos gramos. "El ciclo del pulpo se había cerrado en 2005 por el equipo de investigación de nuestro centro que lideraba José Iglesias, pero con la obtención de muy pocos individuos. Ahora lo que se ha conseguido es mejorar la supervivencia de las paralarvas en la fase de asentamiento", apunta Montse Pérez, investigadora y jefa de la planta de Cultivos del Oceanográfico vigués. El Instituto Español de Oceanografía, del que depende el centro vigués, ha firmado un contrato con Nueva Pescanova por el que la empresa tiene una opción preferente de licencia de la patente sobre estas investigaciones para comercializar en un futuro pulpos de piscifactoría.

El Grupo Ecobiomar del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM), dependiente del CSIC, lleva mucho tiempo realizando estudios sobre la alimentación de las larvas de pulpo en la naturaleza para mejorar su supervivencia en cautividad. Los científicos vigueses fueron los primeros a nivel mundial en identificar esa alimentación con técnicas moleculares. Por su parte, el Grupo de Patobiología Molecular del IIM estudia los factores genéticos y ambientales que influyen en el desarrollo de las larvas de pulpo. Como señala el investigador del IIM Antonio Figueras, "la clave del desarrollo de este cultivo está en la alimentación. En general, todos los cultivos dependen de la alimentación y de las enfermedades, y en ambos campos estamos avanzando".

Además de conseguir la viabilidad del pulpo en cautividad, en el Oceanográfico de Vigo trabajan con otras especies. Las investigaciones con la raya han servido para avalar su supervivencia en el caso de los descartes pesqueros, "y aunque de momento no nos hemos planteado estudiar el ciclo de cultivo de la especie, no descartamos que más adelante podamos retomar la investigación", señala Montse Pérez. El centro vigués tuvo durante diez años el único stock del mundo de reproductores de merluza europea con el objeto de consolidar el cultivo de esta especie en Galicia. "Desgraciadamente -refiere la investigadora-, ya no contamos con ese stock porque se fueron muriendo lo ejemplares. Pero seguimos trabajando con los datos que se fueron recogiendo en esos años. Por falta de investigadores no pudimos resolver los cuellos de botella relacionados con el larvario, pero si consiguiésemos financiación para recuperar el stock podríamos dar pasos importantes en su cultivo. De hecho, con una nueva alimentación se había logrado multiplicar por 5 el peso de las larvas en las fases iniciales".

Otra de las investigaciones del Oceanográfico vigués está relacionada con el besugo. Los investigadores cuentan con un stock de reproductores de esta especie y participan en un proyecto europeo, Aquaexcel 2020, por el que científicos de otros países vienen a investigar al centro vigués. "Precisamente ahora estamos enviando una propuesta para trabajar con besugo, utilizándolo como modelo para analizar la contaminación por cobre y microplásticos en su desarrollo embrionario y larvario", señala Montse Pérez. En otro proyecto europeo trabajan con la cherna ( Polyprion americanus), que todavía no se comercializa en acuicultura. "Estamos trabajando en su ciclo de reproducción y en procedimientos de fertilización in vitro", señala la jefa de la planta de Cultivos.

Por otra parte, las universidades gallegas y el Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa), dependiente de la Consellería do Mar, colaboran en diversos proyectos de acuicultura. Aunque el Igafa tiene como objetivo la formación, también aporta interesantes estudios relacionados con la cría del bogavante, el centollo y el lenguado senegalés. En el caso del bogavante han desarrollado una técnica novedosa de preengorde en batea, mientras que con el lenguado han logrado buenos resultados al sustituir en su alimentación materias primas marinas por otras de tipo vegetal.

Genoma del rodaballo

Otro de los grandes hitos de la acuicultura en Galicia fue la secuenciación del genoma del rodaballo, realizada por un grupo de investigadores del IIM vigués liderado por Antonio Figueras. "Es una especie de mapa de carreteras de la biología de esa especie -señala el investigador-, que está sirviendo para estudios que se realizan en todo el mundo. La información que nos proporciona el genoma tiene gran importancia para la selección de caracteres de mejora de la especie, tanto en reproducción como en crecimiento, por poner algunos ejemplos relacionados con la acuicultura". Galicia lidera la producción mundial de rodaballo de acuicultura. "China nos superó en un momento concreto pero tuvieron problemas de mortalidades y bajaron su producción", afirma Figueras.

Por otra parte, el IIM ha terminado y está a punto de publicar el genoma del mejillón, "especie de la que somos el mayor productor europeo y segundos del mundo después de China", apunta Antonio Figueras, que no duda en afirmar que "la irrupción de la biología molecular y de la genómica ha supuesto una revolución el mundo de acuicultura. De momento se está notando a nivel científico, pero con el paso de los años llegará también a toda la gente".

Sobre el futuro de la acuicultura en Galicia, este investigador vigués comenta que "ofrece muchísimas oportunidades, pero tiene también tres amenazas. Por un lado, su futuro depende de la calidad del agua, que puede verse afectada por del desarrollo urbano y la contaminación, pues se desarrolla en ecosistemas semiabiertos como son las rías. En segundo lugar, habrá que tener en cuenta la competencia de otro tipo de actividades, como el tráfico marítimo o el turismo, pues hay ya lugares de España donde no se permite la instalación de infraestructuras de acuicultura por el daño que pueden ocasionar al paisaje. Y en tercer lugar se encuentra todo el tema administrativo, que con frecuencia dificulta la creación de nuevas instalaciones". Por último, Figueras cita como todo un reto para Galicia el amplio campo de las algas y las microalgas, "uno de los grandes olvidados en nuestra autonomía".

Por su parte, Montse Pérez señala que, "aunque es importante investigar con nuevas especies, más que en la diversificación el futuro de la acuicultura está en mejorar las tecnologías para producir de una manera más ecológica. De hecho, la mayoría de los grupos de expertos que trabajan en acuicultura están centrados en la simulación de escenarios futuros que sean respetuosos con la ecología".

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