¿Té gallego? No es una ocurrencia, ni siquiera una posibilidad: es ya toda una realidad que se puede degustar aunque todavía se halla en fase de experimentación. "De todas formas -informa Óscar Torres- responsable de Comunicación y Marketing de la firma Orballo- quien quiera probarlo que se ponga en contacto con nosotros. Nuestras instalaciones en Oleiros están abiertas a las visitas y, en algunas de ellas, también organizamos catas".
La todavía breve historia de este té made in Galicia comenzó en 2016 cuando los jóvenes agricultores de Orballo, con sede en Oleiros, decidieron dar un salto cualitativo a sus innovadores proyectos de cultivos y apostar por el té: "Nos pareció una buena idea, muy interesante como idea de negocio para empezar -refieren-pero nos saltó una duda: ¿Por qué nadie lo hace? Investigamos y nos informamos, a través de la Estación Fitopatolóxica de do Areeiro (Pontevedra) de que el te proviene de una variedad de camelias, concretamente la Camelia Sinensis), y como en Galicia se da tan bien este cultivo nos lanzamos a ponerlo en marcha, eso sí, como té ecológico, algo que no existe en Europa. De hecho, solo hay una plantación en las islas Azores, y ni siquiera en Inglaterra, donde se consume muchísimo, no hay nada". "Esta camelia -cuenta Óscar Torres- proviene del Este de la India. A partir de ella, nosotros lo que hemos creado, con la colaboración de los técnicos de Areeiro, es una variedad única, propia, adaptada a las condiciones de Galicia. Esto lo que hace es, en primer lugar, posibilitar el cultivo extensivo de té y, a su vez, con unas propiedades específicas que no existen en ninguna otra parte del mundo. El té de Galicia es completamente diferente a cualquier otro, tiene unas matizaciones únicas".
Orballo nació en 2012 con el objetivo de volver a poner en valor especies como castaños, avellanos, nogales y aromáticas. Además de dicha revalorización. La compañía mantiene una inquebrantable línea de ofrecer productos 100% ecológicos, sostenibles y de la máxima calidad.
Más tarde se lanzaron los primeros productos de la gama de aromáticas y hasta la fecha continúa ofreciendo, entre otros, productos en forma de tarros de aromáticas y eco-arroces.
"Posterior al lanzamiento de las aromáticas -cuentan- nos adentramos en el mundo de las infusiones de la mano de reconocidos expertos del sector. Motivados por la riqueza y fertilidad de la tierra, se comenzó con el diseño de nueve tipos de infusiones orientadas a satisfacer la demanda cada vez más creciente del sector. Todo ello desde un enfoque divertido y con una orientación a un público joven".
Hace dos años, Orballo refuerza el componente de innovación dentro de su organización apostando por el primer cultivo europeo de té, desarrollado, eso sí, siguiendo su línea de actuación: 100% ecológico. Empezaron con una hectárea y actualmente destinan 20 al cultivo de té.
"Las expectativas que tenemos son buenas y esperamos que este año se pueda vender toda la producción, señala Óscar Torres, quien aclara que en este ámbito "hay que pensar que las áreas empiezan a ser verdaderamente productivas a partir del cuarto año de su crecimiento. Por eso no hay que quedarse solo con los números. Esta temporada, por ejemplo, hemos conseguido unos 8/9 kilos de té pero, para el año próximo, la producción será seguramente del doble, y así sucesivamente en un crecimiento exponencial" .
La camelia del té gallego no se puede cosechar todo el año, algo que sí sucede en los países productores por antonomasia, China y la India, pero eso no resulta un obstáculo insuperable para Orballo. "De momento al proyecto hay que calificarlo todavía como de investigación pero, con vistas a su comercialización, somos muy optimistas porque hay que pensar que el té es un producto con muy alto valor añadido". Precisamente en cuanto a su comercialización, en Orballo ya han abierto unos canales de venta con sus anteriores productos que serán los mismos que se utilicen para los del té: "Siguiendo nuestra línea, es más un tema de cómo lo vendemos, que de venderlo en sí. Nosotros tenemos contactos con varios países europeos que ya se han interesado por el té gallego. Lo cierto es que el del té es un mundo muy parecido al del vino, hay diversas categorías, y sobre todo, se valoran mucho los matices del sabor, una baza que estamos dispuestos a jugarnos con el té lo mismo que ya hemos hecho con otros de nuestros productos", destaca Óscar Torres.
