Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ TAÍN // JUEZ INSTRUCTOR

El letrado con pasión literaria

Vázquez Taín, con su segunda novela.

"Escribir es mi mi pasión, pero mi vocación sigue siendo la judicatura" declaraba, tal vez para justificarse, José Antonio Vázquez Taín en una entrevista de FARO DE VIGO con motivo la edición de su segunda novela, "Al infierno se llega deprisa", cuyo argumento no cuesta nada en relacionar con otro de los célebres casos que ha tenido que intruir este juez nacido en el concello ourensano de A Merca en 1968: el escalofriante asesinato de la niña Asunta Basterra.

En medios judiciales y políticos, no hizo ninguna gracia que el letrado volviera a "inspirarse" en uno de sus casos para tejer argumentos literarios, pues una trama semejante a la del robo del Códice es la que atrae al lector en la primera obra literaria publicada por el juez: "La leyenda del santo oculto".

El nombre de Vázquez Taín comenzó a ser usual en las páginas de los medios de comunicación gallegos a partir de 1999, cuando accedió a la titularidad del juzgado de Vilagarcía, el centro neurálgico del narcotráfico en Galicia. Entre ese año y 2005, en que se trasladó a Santiago, llegó a decomisar el 30% de toda la cocaína incautada en España. Sería en 2003, cuando su fama saltó las fronteras de Galicia con una operación mediante la que se intervinieron las siete toneladas de cocaína que viajaban clandestinamente a bordo del buque "South Sea". De aquella le llovieron apelativos como "El Garzón gallego" o "el Robin Hood de Arousa". Por cierto, el narcotráfico forma parte también de la trama de "Al infierno se llega deprisa". Aunque procurando sostener la obvia discreción a la que obliga un cargo como el que ostenta, Vazquez Taín mantiene una excelente relación con los periodistas y el periodismo: en las entrevistas personales que concede no habla de sus sumarios, claro, pero se desenvuelve como pez en el agua. Una vez le preguntaron "¿Como va el caso del Códice?". Y el letrado respondió: "No lo sé, porque me parece que el juez ha decretado secreto de sumario".

Compartir el artículo

stats