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Los Sauces: 25 años de enseñanza bilingüe

Es el quinto de un grupo de centros fundado por el gallego Gonzalo Otero, que apostó por el plurilingüismo, la educación en valores y la tecnología como modelo educativo

El colegio Los Sauces, ubicado junto al campus universitario de Lagoas- Marcosende, inició su andadura hace 25 años como apuesta del gallego Gonzalo Otero, director general de un grupo de centros docentes por aquel entonces presente en Madrid y Pontevedra. El fundador, natural de Silleda y con experiencia docente previa, había viajado por toda Europa y entendió que era necesario un nuevo modelo educativo basado en los idiomas, la educación en valores y la tecnología, en un momento en que esos términos empezaban a acuñarse.

En aquellos años en Vigo la educación privada estaba copada por centros religiosos y varios laicos concertados además de colegios públicos. La idea de Otero era que Galicia contase con un colegio de élite similar a los que tenían grandes ciudades como Madrid y Barcelona. El de Vigo fue el quinto centro de la institución, tras el Jardín de Infancia abierto en El Viso (Madrid) en 1974, Los Sauces de La Moraleja (1981), los de Pontevedra y Torrelodones (ambos abiertos en 1991) y el Brook House Dublín.

"Los Sauces podía ofrecer una educación laica y de calidad; queríamos crecer en ese segmento para el que existía demanda por parte de muchas familias" comenta el actual director de Los Sauces Vigo, Alberto Álvarez, quien califica de buena la acogida inicial y destaca que, con el tiempo, Los Sauces se ha convertido en uno de los grandes referentes educativos de Galicia; "nuestro colegio es el único privado de Vigo que ofrece el currículum en español y que garantiza a los alumnos un excelente dominio del inglés cuando finalizan sus estudios en 2º de Bachillerato".

Cuando abrió el colegio en Vigo, el modelo educativo que se aplicaba en Los Sauces estaba contrastado y plenamente consolidado. Sólo era necesario replicarlo. "A pesar de todo no fue tarea fácil, hubo que formar al profesorado, buscar profesionales dentro y fuera de la Comunidad, hubo que hacer grandes inversiones tanto en medios materiales como humanos".

El colegio echó a andar en 1994 con 230 alumnos y una plantilla de 22 profesores (en la actualidad cuenta con unos 700 alumnos y 60 docentes a los que se le añaden los monitores de actividades extraescolares. "Me gustaría destacar el papel del personal de servicios generales, administración, mantenimiento, limpieza y cocina, porque todos formamos parte de la misma comunidad educativa", comenta Alberto Álvarez, quien indica que el colectivo suma un centenar trabajadores.

Precursores del cambio educativo

Como centro privado, Los Sauces forma parte de ese grupo de colegios que han actuado como precursores del cambio y de la modernización del sistema educativo español. "Durante muchos años hemos tenido un modelo donde el profesor dictaba una clase y los alumnos que podían la seguían. En nuestra Institución, el profesor está para apoyar al alumno, le acompaña en su aprendizaje y saca lo mejor de él", explica el director del centro. Esto es un cambio radical en la forma de enseñar que se apoya en programas de innovación educativa. "Por ejemplo, aplicamos el aprendizaje cooperativo porque creemos que es importante que los alumnos no sólo trabajen juntos, sino que aprendan unos de otros. Desarrollamos un programa de educación emocional porque es fundamental ayudar a los niños a gestionar sus emociones desde muy temprana edad, cuando atraviesan por situaciones nuevas que no son capaces de entender. Además, en nuestro colegio se trabaja por proyectos, los alumnos hacen Oratoria, las nuevas tecnologías están muy presentes en el aula, damos gran importancia al desarrollo artístico y a los deportes, y somos unos firmes defensores de la educación en valores, porque además de la mente primero hay que formar a la persona".

Más de 2.000 alumnos han pasado por las aulas de Los Sauces en estos 25 años. El colegio celebra cada dos años una reunión de antiguos alumnos y ya cuenta entre sus alumnos actuales con hijos de antiguos alumnos de los primeros años.

Instalaciones

El proyecto para construir el colegio en los terrenos próximos al campus universitario vigués supuso una inversión de 400 millones de pesetas y requirió cerrar negociaciones de compraventa con 27 propietarios de fincas. El colegio inició su curso inaugural con dos edificios y un polideportivo: un edificio central en el que se encontraba cocina, comedor, administración, biblioteca y la etapa de Infantil y otro edificio con el resto de las etapas educativas. Con el paso del tiempo hubo que acometer una ampliación para adaptarse a la creciente demanda de plazas. Fue necesario construir un nuevo recinto para albergar las etapas de Secundaria y Bachillerato en el año 2000. Las últimas instalaciones han sido tres campos deportivos exteriores y la piscina climatizada, que empezó a funcionar en el año 2014.

Innovaciones

Actualmente muchos colegios quieren diferenciarse por el nivel de idiomas que tienen sus alumnos. "Para nosotros esto fue una prioridad desde nuestros orígenes.; por eso en 1992 compramos un colegio en Irlanda al que enviamos a nuestros alumnos durante un mes del curso escolar".

Entre los méritos y reconocimientos conseguidos estos años, el director destaca el reconocimiento de los alumnos y familias, y menciona los méritos públicos conseguidos en los tres últimos meses: aprobado con buenos resultados de todos sus alumnos en la Selectividad de junio, las pruebas PISA que lo sitúan con unos resultados académicos por encima de países como Finlandia, referente en la educación, y el Premio de Innovación Educativa en la modalidad "Impulso de la enseñanza multilingüe".

El director de Los Sauces Vigo habla sobre la evolución que ha experimentado la educación, en general, en las últimas tres década. Hace 25 años la enseñanza se basaba mucho en la teoría y poco en la práctica. La forma de aprender acostumbraba ser la repetición. Se trataba de "captar" datos. Pero sin necesariamente comprenderlos o interiorizarlos. El silencio era también un valor importante. Hablar en clase iba en contra del aprendizaje y en pocos momentos se dialogaba entre y con los alumnos. Los profesores eran la autoridad y la comunicación se basaba en un rígido: pregunta - respuesta. Los exámenes finales eran el único método de evaluación.

Ahora la educación es más participativa y la enseñanza es más avanzada y práctica. Profesor y alumno son dos actores que están a un mismo nivel. El profesor ya no se impone tanto y el alumno ha pasado de ser un objeto pasivo a activo. Se promueve su participación, su motivación, se le incentiva.

"La relación con las familias no ha cambiado, siempre hemos sido un colegio próximo y familiar, muy cercano para los alumnos y los padres. Defendemos la atención personalizada y sabemos que el éxito en la educación depende de una acción coordinada del colegio con la familia".

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