La ría de Vigo cuenta desde el mes pasado con una nueva inquilina, la dorna nai Uxía. La embarcación tradicional, de 6 metros de eslora, fue construida por el Maestro Fraga en Palmeira, en la ría de Arousa, y adquirida en Ferrol por la asociación Remadoira, que la restauró completamente.
"Fue reconstruida casi en su totalidad, conservando solo algunos bances y parte de las cuadernas. De esta forma ha quedado en perfectas condiciones para durar sin problemas durante décadas", explica Luisa Núñez, miembro de la entidad. "Las embarcaciones de madera -continúa-, si se invernan manteniéndolas a cubierto y se les dan los tratamientos adecuados cada primavera, pueden tener una larga vida. Nosotros tenemos algunas de hasta 70 y 80 años en perfecto estado".
Uxía es una dorna nai, un tipo de nave tradicional pensada fundamentalmente para la navegación recreativa. "Se caracterizan por tener las dos tablas superiores (el bance de cubrir y el bance de virar) superpuestas sobre cada bance inferior, lo que se conoce como construcción en tingladillo. Esta fue una característica común en las dornas nai construidas en los años 50 y 60, que conservan las excelentes cualidades marineras de las dornas, con una magnífica capacidad de ceñir (esto es, de navegar hacia el viento) pero con la incorporación de comodidades como las jarcias fijas, las velas auto-virantes y una hermosa cabina", explica Núñez, quien comenta que, si bien antaño eran muy comunes en la ría de Arousa, actualmente quedan muy pocas en buen estado de conservación.
Tras tres años de trabajo que le han devuelto su antiguo esplendor, Uxía, completamente rejuvenecida y aparejada con una hermosa vela cangreja, navega nuevamente en la ría de Vigo tras la botadura que tuvo lugar el pasado 18 de agosto en la rampa de la Agrupación Náutica San Gregorio de Vigo, en Beiramar.
Al acto asistió el concejal de Cultura, Cayetano Rodríguez Escudero, que se interesó por la actividad de la asociación. Uxía es la embarcación número 22 restaurada por Remadoira, que actualmente está rehabilitando el bote Folguiño, el racú Laura y un velero clásico de 11 metros. Además, tienen en estado de conservación el bote Jesús y la dorna Xaimiña, esperando para ser restaurados en el futuro.
La asociación, que se mantiene únicamente gracias al aporte económico de los socios, obtuvo del concejal el compromiso de recibirles este mes de septiembre, para buscar una línea de ayuda que apoye la labor que llevan a cabo a través de sus actividades.
Durante el invierno, el colectivo se dedica a la restauración y conservación de sus embarcaciones pero también a continuar investigando y documentándose. En verano, los cursos de vela tradicional o las salidas a navegar, tanto de los socios como de usuarios de otras entidades como Cogami, llenan el calendario.
Objetivos a corto y medio plazo
- Para continuar con el trabajo que llevan desarrollado hasta el momento, Remadoira se ha marcado una serie de objetivos a corto y medio plazo. Uno de ellos es la estabilidad en el pantalán. "La Agrupación Náutica San Gregorio nos ha acogido desde nuestros comienzos, pero la falta de materialización de una ampliación en la concesión administrativa de uso de lámina de agua por parte de la Autoridad Portuaria nos tiene en vilo", afirman.También esperan conseguir un local cerca del mar, ya que el que tienen ahora se encuentra en Mos, lo que encarece y dificulta especialmente las maniobras cada primavera y otoño, así como cualquier actividad que requiera la movilización de material. "Lo ideal sería un mínimo de 1.000 metros cuadrados. Con 3.000, podríamos seguir creciendo al mismo ritmo, poner en marcha el proyecto museístico que ya tenemos diseñado, y continuar la navegación durante el invierno, potenciando la escuela de vela, regatas, charlas y actos culturales en el local, visitas de escuelas,etc", apostillan.Accesorios para actividades adaptadas, como una grúa, una plancha deslizante o una silla anfibia, y el acondicionamiento de la rampa de acceso al mar, son otros de los objetivos que se ha impuesto la entidad.
