Una mujer belga mató ayer a sus cinco hijos, cuatro niñas y un niño de entre 3 y 14 años de edad, degollándolos con un cuchillo en la localidad belga de Nivelles, y después intentó suicidarse produciéndose daños que no le causaron la muerte pero sí le dejaron en estado grave.

La Fiscalía de Nivelles ha abierto una investigación sobre unos crímenes que se debieron posiblemente a un "acto de desesperación". Según la agencia de noticias Belga, los infanticidios tuvieron lugar entre las 14 y las 15 horas del pasado miércoles en el domicilio de Nivelles, a 33 kilómetros de Bruselas, donde habitaban la mujer, sus hijos y el padre de éstos, que no se encontraba presente en el momento de los hechos.

Al parecer, estas ausencias del marido eran habituales, debido, según algunos vecinos, a los viajes que efectuaba como representante de productos farmacéuticos o como vendedor. Por este motivo tampoco era muy conocido en el barrio, al que se habían trasladado hacía cinco años.

Según las informaciones que se conocen, la mujer mató a los cinco niños con un cuchillo antes de llamar a los servicios de urgencia y de "apuñalarse" a ella misma. La presunta infanticida fue hospitalizada en estado grave.

La presunta asesina había informado por carta a una amiga de la atrocidad que planeaba cometer, pero no al padre de los niños. Los cuerpos de los menores fueron hallados por un policía que está recibiendo asistencia psicológica debido a la fuerte impresión que le causó el hallazgo.

La jueza de instrucción Anne-Françoise Destrée, desplazada al lugar de los hechos, ordenó abrir una investigación. Tanto a la madre como a los pequeños les describen los vecinos como "educados y normales".