Trágico final para el agónico rescate de ayer por la tarde en la playa de Santa Marina, en Ribadesella. El hombre que fue socorrido junto a su sobrino ha fallecido en el HUCA tras no conseguir recuperarse de una nueva parada cardiorrespiratoria. F. V. C., madrileño y de 46 años, se encontraba en el agua con el joven, de 14 años, residente en Oviedo, cuando casi mueren ahogados en torno a las seis de la tarde de ayer. Ambos estaban al parecer bañándose cerca de la orilla muy próximos a la zona del canal del Sella, que está prohibida al baño dada su peligrosidad. En ese momento, había además bandera amarilla, debido a las fuertes olas que se registraban en la playa. En un momento dado, el menor se vio arrastrado por el agua y su tío intentó rescatarle, poniéndose también él mismo en peligro. Los socorristas de la playa se lanzaron a por el más joven y lograron sacarlo a la arena. El de más edad, sin embargo, se llevó la peor parte y fue extraído del agua en parada cardiorrespiratoria.
Se iniciaba así una titánica carrera para salvarle la vida. Primero fueron los socorristas quienes echaron mano del desfibrilador del que disponen y con el que intentaron reanimarle. A la zona se desplazó una ambulancia que atendió al menor, trasladado junto a su madre al centro de salud de Ribadesella, ella con un estado de ansiedad muy fuerte debido a la situación que acababa de vivir. Posteriormente serían conducidos al Hospital de Arriondas. Sus vacaciones acababan de verse empañadas por una experiencia de lo más angustiosa.
Mientras madre e hijo eran atendidos, en la playa quedaba el tío, que no acababa de responder a las maniobras de reanimación, a las que se unió personal del SAMU y del centro de salud riosellano. A la playa se desplazó además un helicóptero medicalizado del SEPA, cuyo personal también participó en las tareas.
Actuación caótica
Durante cerca de una hora, los numerosos bañistas de la playa observaron en vilo las labores de los sanitarios para salvar la vida del hombre. “Lo reanimaron primero, pero luego volvió a desvanecerse, y al final lograron que despertara. Era muy estresante”, relató una testigo, quien también dio fe de la caótica actuación.
Hasta el punto de que se extendió la versión de que los dos familiares habían sido rescatados por unos surfistas que estaban en la playa, algo desmentido por el concejal de Seguridad, José Luis Díaz, quien aseguró que habían sido los socorristas quienes llevaron el peso de la actuación.
El hombre fue finalmente reanimado y conducido al helicóptero del SEPA entre los aplausos de lo bañistas, tranquilizados por el hecho de que el rescate hubiese salido bien. El hombre fue trasladado inicialmente al Hospital de Arriondas, según indicaron fuentes del SAMU, y posteriormente, ante la gravedad de su estado, al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde quedó ingresado y falleció horas después.
El incidente vuelve a poner sobre el tapete la seguridad de las playas asturianas y sirve de toque de atención para extremar la precaución en los arenales, especialmente cuando hay bandera amarilla o roja.
