La rápida intervención de un conductor de autobús salvó la vida este mes de un varón víctima de un infarto de otro coche cercano. Todo sucedió a las 8.55 horas del pasado 10 de junio en O Puntal (Neda, Ferrol), cuando un trabajador de la empresa de transportes ALSA, Guillermo Moreda Fonte, vio como un turismo se detenía detrás de su autobús de manera acelerada y como la persona que viajaba en él parecía sufrir una indisposición.

Al momento, dos mujeres que paseaban por la zona, se acercaron al autobús para solicitar un teléfono al conductor. Guillermo Moreda llamó al 112 para dar parte de lo sucedido e indicar al servicio de emergencias que disponía de un desfibrilador a bordo y que estaba formado en primeros auxilios y uso del equipo. De manera inmediata, el 112 le dijo que lo utilizara mientras mandaban auxilio.

El autobusero sacó al afectado del vehículo, lo tumbó en el suelo y con la ayuda de la dos mujeres practicó la reanimación cardiopulmonar a la víctima. Cuando llegaron los servicios de emergencia, estabilizaron al varón y lo trasladaron con pulso al Hospital Juan Canalejo de A Coruña.

Un hombre de 48 años víctima de un paro cardiaco salvó su vida el pasado 10 de junio gracias a la rápida actuación del conductor de ALSA que le realizó la resucitación cardiopulmonar y le colocó el desfibrilador que forma parte de la equipación del autobús de ALSA de la línea de Neda a Ferrol.

Para Guillermo Moreda ha sido toda una experiencia de vida, según relatan desde la empresa ALSA, y agradece a la compañía la formación que recibida en resucitación cardiopulmonar (RCP), soporte vital básico (SVB) y uso del desfibrilador, con la que ha podido salvar la vida de la víctima.