Cada vez son más frecuentes los casos de acusados o condenados por malos tratos a los que se prohíbe comunicarse con sus exparejas y que acaban sentándose en el banquillo por quebrantar esa prohibición contactando con ellas a través de mensajes de WhatsApp. Una de estas vistas estaba señalada ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo. El encausado afronta un año de prisión por enviar a su antigua compañera, pese a la medida cautelar que se lo impedía, el siguiente texto en tres mensajes consecutivos remitidos a las 13.21horas del 14 de septiembre de 2017: "Rodolfo, Tas, Perdón".
El hombre está en la actualidad en prisión. De hecho, el juicio tuvo que aplazarse debido a que no fue trasladado a los juzgados vigueses desde el centro penitenciario. La defensa pide la libre absolución de su cliente por el asunto de estos mensajes de WhatsApp, y lo hace en base a una reciente sentencia de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, que revocó una condena a otro acusado porque los mensajes no encerraban "ningún carácter insultante y/o intimidante" y eran una "conducta aislada".
Ese fallo, del pasado junio, revisaba una sentencia en la que se había impuesto una pena de seis meses de prisión a un condenado por delito de violencia de género que había enviado cuatro wassaps a su expareja en un período de cuatro minutos en relación con los hijos que tenían en común.
La Audiencia revocó la condena y absolvió al encausado por el "carácter aislado" del contacto y por lo "inocuo" de los mensajes. Por ello, la sala considera "enteramente atípica" la comunicación establecida por el hombre. El hecho de que no hubiese posteriores mensajes debe de situar la conducta descrita "extramuros del Derecho Penal", dada "su manifiesta irrelevancia para el bien jurídico protegido del interés de la víctima".
