Un caso cuya instrucción judicial ya ha tocado a su fin y que se encuentra próximo a juicio. La Fiscalía pide una condena de 4 años y medio de prisión para dos ladrones que supuestamente cometieron una sucesión de asaltos en Vigo y otras localidades del entorno a lo largo de varias madrugadas de marzo de 2017. El Ministerio Público considera que los hechos son constitutivos de dos delitos de robo con fuerza continuado en establecimiento abierto al público fuera de las horas de apertura y pide la aplicación de la circunstancia agravante de reincidencia. La vista oral por estos hechos, aún sin fecha, se celebrará en uno de los juzgados de lo Penal de la ciudad olívica.
El primero de los robos que se describe en el escrito provisional del fiscal ocurrió la madrugada del 8 de marzo de 2017, cuando uno de los acusados, J.E.M., entró supuestamente en una cafetería del municipio de Mos tras romper la cadena de cierre del portal y los bombillos de las cerraduras de las dos puertas de acceso al establecimiento. Allí se hizo supuestamente con la máquina expendedora de tabaco -que posteriormente sería hallada en su domicilio-, que contenía paquetes de cigarrillos valorados en 900 euros y otros 95 euros de cambio en efectivo.
El 9 de marzo este encausado volvió a actuar, "solo o en compañía de otras personas", en un bar de Vigo, causando también daños en la puerta de acceso para entrar en el local. Su botín fue la máquina de tragaperras. En ese establecimiento volvió supuestamente a cometer un robo la madrugada siguiente, haciéndose en esa ocasión, relata el representante del Ministerio Público, con una máquina de apuestas y otra de tabaco. Los contadores de estos aparatos los guardó en su casa y se los entregó a los agentes tras su detención el 10 de abril de aquel año por hechos ajenos a este procedimiento. El 27 de abril sería nuevamente apresado, según el escrito del fiscal.
Apenas minutos después del segundo asalto cometido en el mismo bar de Vigo se produjo otro de los robos, también en una cafetería y también en la ciudad olívica. La acusación pública atribuye los hechos a los dos acusados. Tras apalancar la ventana del establecimiento, entraron en el local "y se apoderaron del cajetín de recaudación del futbolín", que contenía entre 200 o 300 euros.
Marisco
El último robo que se describe en el escrito de la Fiscalía tuvo lugar el 16 de marzo. El objetivo del acusado, J.B.L., que tuvo varios compinches que no pudieron ser identificados, fue un restaurante y un vivero de ese establecimiento. El botín fue bastante distinto al de los asaltos anteriores. En este caso se apoderaron de diez langostas y de otra decena de centollas cuyo valor asciende a casi 750 euros.
El procedimiento judicial se seguía contra más personas. En el caso de una de ellas, cuya identidad responde a las iniciales C.N.G., el Ministerio Fiscal pida que se proceda a la deducción de testimonio con respecto al delito de robo con fuerza que se imputa a este varón y que ocurrió en un bar ubicado en Cangas de O Morrazo. El motivo por el que solicita que se abra otro caso es, argumenta en su escrito, que se trata de un "hecho puntual" cometido supuestamente por este investigado "concreto", que no tiene "relación acreditada" con el resto. La investigación judicial abierta en 2017 sobre estos robos no pudo acreditar la existencia de grupo criminal.
Sobreseimiento
Y en relación con otro investigado, A.S.P., el fiscal solicita que se decrete el sobreseimiento provisional en relación con el mismo ya que, salvo circunstancias como su detención junto con otros acusados en Padrón (A Coruña), "y sin cuestionar una relación de amistad entre ellos o de conocimiento previo", no existen sin embargo "indicios suficientes" de su participación en los robos que son objeto de la presente causa.
